El Senado le otorga la “medalla Winnipeg” a la ONG jesuita, distinción que hace referencia a un famoso carguero gestionado por el poeta chileno Pablo Neruda
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El Senado de Chile entregó la “medalla Winnipeg” al Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) por su rol en la protección y promoción de los derechos de las personas migrantes y refugiados. Este galardón se entregará por única vez, porque se cumplen 80 años del arribo del Winnipeg.
El Winnipeg, un barco carguero, fue gestionado por el poeta Pablo Neruda, embajador en Francia, para traer al país a 2.000 refugiados republicanos españoles. Arribó al puerto de Valparaíso el 3 de septiembre de 1939.
Arribaron al país varias familias cuyos nombres hicieron historia en la cultura nacional como Mauricio Amster, Leopoldo Castedo, Víctor Pey, entre otros, y dos pintores que obtendrían más tarde el Premio Nacional de Artes Plásticas: Roser Bru y José Balmes. También, gran parte de los pasajeros del Winnipeg eran obreros especializados, técnicos y profesionales, que aportaron a Chile.
Al conocer el reconocimiento el SJM publicó en su cuenta de Twitter el siguiente mensaje: “Gracias a la presidencia @Senado_Chile por otorgar la medalla Winnipeg a nuestra institución. Gracias a voluntarios, organizaciones, profesionales, socios, personas #migrantes y #refugiados que nos apoyan para hacer de Chile un país más inclusivo”.
Gracias a la presidencia @Senado_Chile por otorgar la medalla Winnipeg a nuestra institución. Gracias a voluntarios, organizaciones, profesionales, socios, personas #migrantes y #refugiados que nos apoyan para hacer de Chile un país más inclusivo 👉Lee más https://t.co/ex0BqnQIHH pic.twitter.com/YQ1bTGXPge
— SJM Chile (@SJMChile) August 27, 2019
El SJM nació en el año 2000 con algunos jesuitas y laicos que decidieron formar una oficina de atención para migrantes en Chile, a partir de la migración peruana de los 90´que había comenzado a crecer y cuyas condiciones laborales, de vivienda y de acceso a los derechos sociales eran muy precarias. Hoy atiende a 13.000 personas al año. También, a través de trabajo en terreno, mediante charlas o talleres que han sensibilizado a más de 10 mil personas al año, promoviendo la acogida.
En las últimas semanas el SJM ha estado desplegado en el norte de Chile por la situación que viven los migrantes venezolanos en la frontera con Perú. Existe un campamento a las afueras del Consulado de Chile en Tacna (Perú), que están a la espera de su visado para entrar a Chile, se estiman que son entre 400 y 500 personas.
El SJM aplicó una encuesta a estas personas que se encuentran ahí varadas por la demora en la entrega de los documentos. La encuesta arroja que el 47% de los adultos tiene niños a su cargo. Entre las personas más vulnerables son los menores de 1 año y mujeres embarazadas. El 86% de los encuestados cuenta con familiares en Chile, lo que se relaciona con las motivaciones de reunificación familiar al momento de migrar.
La situación en la frontera sigue tensa porque el pasado 16 de agosto el Gobierno de Chile determinó recibir solicitudes online hasta esa fecha en Tacna. Hoy los trámites se deben hacer en el consulado de Lima; es decir quienes no alcanzaron a realizar esta gestión se vieron obligados a viajar a la capital del Perú, que se encuentra a más de 1.200 kilómetros.
La ONG jesuita sigue trabajando arduamente en la frontera y también en distintas localidades para que la inclusión de los migrantes en Chile sea más allá a de una visa de ingreso, sino que su integración sea plena para desarrollar todos sus talentos, que al igual que los que llegaron hace 80 años en el Winnipeg, para marcar la historia de Chile.
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