Un estudio reciente muestra que tener cerca al compañero de la vida comporta un efecto analgésico
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La famosa expresión “en las alegrías y en las penas”, ¡parece que también afecta al dolor físico!
Un estudio realizado por la Universidad Española de las Islas Baleares y la Universidad Austriaca de Ciencias de la Salud de Hall in Tirolo (Umit), publicado en la revista científica Scandinavian Journal of Pain, mostró que tener “cerca” a la pareja tiene un efecto analgésico (Ansa .com).
Recibir el apoyo de él / ella, incluso en ausencia de contacto verbal o físico, cuando ocurre el sufrimiento, es capaz de reducir la percepción del dolor, que, como sabemos, está fuertemente influenciado por factores subjetivos y anatómico-fisiológicos. Y además, no es lo mismo que tener el mismo apoyo de un buen amigo: esto sucede sólo con el compañero de la vida (Ibidem).
La investigación
Los investigadores españoles y austriacos probaron la sensibilidad al dolor, causada por una fuerte presión, de 48 parejas, en las que cada miembro fue evaluado individualmente y en presencia de la pareja a través de las respuestas dadas a un cuestionario sobre el nivel de sufrimiento percibido en ambas condiciones (Ansa.it).
Tanto los hombres como las mujeres tenían un umbral de tolerancia al dolor más alto cuando estaban juntos. Hubiera sido interesante conocer y relacionar los umbrales de dolor registrados con la solidez de la relación emocional, a través del parámetro de su duración y la armonía de la pareja. De hecho, podemos hipotizar, también a la luz de la investigación realizada en las Universidades Mc Gill y Concordia de Montreal, Canadá (Focus.it), que la capacidad para aliviar el dolor de la pareja es proporcional a la fuerza del vínculo de amor.
Este estudio examinó la evolución de la proporción de 153 parejas heterosexuales que residen en una metrópoli canadiense en el transcurso de un año (Ibidem). Comenzar una relación romántica es bastante fácil, y sabemos que enamorarse pone “globos de colores” en los ojos de ambos, minimizando en gran medida los defectos y limitaciones de cada uno.
Nutrir la relación manteniéndola sana con el tiempo es otra cosa. Los investigadores querían entender cómo el esfuerzo por alimentar la relación de forma autónoma (libre de obligaciones sociales y familiares) influía en el logro de objetivos comunes, mejorando el bienestar personal y la satisfacción de la pareja.
Una de las conclusiones alcanzadas por el estudio destaca la importancia del nivel de motivación individual para mantenerse de forma independiente en la relación, lo que impulsa a cada miembro a trabajar para mejorarla (Focus.it). Esto permite que la relación crezca y se apodere de objetivos comunes, pero también favorece el logro de objetivos individuales por parte de cada socio: ¡como si decir bien juntos los hiciera crecer como pareja y como individuos!
Es por eso que uno de los dos, cuando está físicamente enfermo, se beneficia de la fuerza que el vínculo con el otro le transmite, logrando tolerar mejor el sufrimiento: ¡un medicamento para aliviar el dolor que no tiene contraindicaciones, sino solo ventajas!
