Un edificio emblemático que esconde muchos secretos en su interior
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Tanto por ubicación como por sentimiento, este monumento de estilo gótico es el corazón de esta ciudad italiana. Su enorme fachada de mármol es fácil de reconocer, pero ¿sabías que guarda una reliquia de la crucifixión o que una de sus estatuas pudo inspirar al escultor de la Estatua de la Libertad?
1. De las cenizas
Antes que se empezara a construir esta catedral (o Duomo, como también le llaman) en 1386, en ese terreno se encontraba la Basílica de San Ambrosio desde el siglo V y luego se añadió la Basílica de Santa Tecla en el año 836. Lamentablemente, ambas quedaron destruidas por un terrible incendio en el año 1075. La construcción de la catedral tardó más de 500 años y más de 70 arquitectos estuvieron involucrados en el proyecto.
2. La protectora
Madonnina, así se llama la estatua de cobre dorado de la Virgen esculpida por Giuseppe Perego que se encuentra en el punto más alto de la Catedral. Es uno de los símbolos más amados y muchos milaneses creen que protege la ciudad. Fue añadida después que la fachada ya estaba terminada (en 1774) y durante la Segunda Guerra Mundial la cubrieron para que no fuera un target fácil de bombardeo.
3. Hogar de una importante reliquia
Detrás del altar, en una bóveda en el techo, se guarda un Clavo de la Cruz de Cristo. Esta reliquia sólo es bajada el sábado más cercano al 14 de septiembre, no sólo porque es el día de la Exaltación de la Cruz, sino también porque en Milán se celebra el Rito de la Nivola, que conmemora la procesión que hizo San Carlos Borromeo (antiguo arzobispo de la ciudad) con la reliquia en 1577 para que terminara la peste. El Clavo se coloca dentro de un relicario en forma de cruz que, a su vez, está sobre una estructura en forma de nube que data del siglo XVII. Allí se suspende encima del altar por unas 40 horas para su adoración.
4. ¿La Estatua de la Libertad?
Los milaneses constantemente bromean diciendo que ellos tienen su propia Estatua de la Libertad y que fue primero que la de los norteamericanos. Se trata de esta figura en el exterior de la catedral que se llama “La Legge Nuova” (La Ley Nueva). Fue esculpida por Camillo Pacetti in 1810… sí, muchos años antes que la de Nueva York. De hecho, algunos creen que Frederic Auguste Bartholdi tomó inspiración en esta figura para crear su famosa Lady Liberty. Ambas sostienen una antorcha en su mano derecha, visten de túnica y tienen corona, sólo que la de Nueva York sostiene en la mano izquierda un libro con la fecha de independencia de los EE.UU y la de Milán una gran cruz.
5. La pila bautismal de San Agustín
Bajo el Duomo, se pueden visitar unas excavaciones arqueológicas para apreciar tanto los restos de la Basílica de Santa Tecla como las ruinas del Baptisterio de San Giovanni alle Fonti, que data del año 387 aproximadamente y es muy relevante porque se dice que fue allí, en una gran pila bautismal octogonal, que San Ambrosio bautizó a San Agustín.
6. San Bartolomé como nunca antes
La obra de arte más famosa de la catedral está en su interior y es la escultura de San Bartolomé de Marco da Agrate (1562). Como el apóstol fue desollado vivo, el artista lo representó así, casi como una figura anatómica, y con su propia piel colgada sobre sus hombros como si fuera un manto. En la base se lee la inscripción: “NON ME PRAXITELES SED MARC FINXIT AGRAT” (No me hizo Praxíteles, sino Marco da Agrate), un detalle curioso del autor dentro de la crudeza de la obra para aclarar que era de él y no de uno de los escultores más famosos de la época.
7. Un órgano muy especial
En la catedral de Milán se encuentra el órgano más grande de Italia y el segundo de Europa (en cuanto al número de tubos). Fue construido en 1938 por Mascioni di Cuvio y Tamburini de Crema y no sólo es un espectáculo a la vista sino también al oído.