separateurCreated with Sketch.

Pasteles de Belén: Del monasterio a ser los dulces más famosos de Portugal

PASTELES DE BELEN
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Adriana Bello - publicado el 29/10/19
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Los pasteles de Belém fueron ofrecidos al público hace 182 años y todavía hoy son el máximo exponente de la antigua pastelería portuguesa

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.


Deseo donar en 3 clics

Si vas a Lisboa, sí o sí tienes que probar los Pasteles de Belém (parecidos a los de nata, pero nunca iguales), que son irresistibles tanto para turistas como para locales. Y es que no sólo son ricos en sabor, sino también en historia.

A comienzos del siglo XIX, en lo que hoy se conoce como el distrito de Belém y cerca del Monasterio de los Jerónimos, había una pequeña refinería de caña de azúcar con una tiendita.

PASTELES DE BELEN

Shutterstock | Min C. Chiu

Tras la Revolución Liberal, alrededor de 1834, todos los conventos de Portugal se vieron obligados a cerrar, y sus trabajadores y el Clero también tuvieron que mudarse. A modo de sobrevivencia, uno de ellos pidió permiso a la tienda de la refinería para vender allí unos pasteles que acostumbraban a hacer en el monasterio.

El éxito fue tal que, cada vez que la gente tomaba un barco a vapor para visitar esta zona ampliamente comercial y de atractivo turístico, no dejaban de comprar uno de estos pasteles tampoco. Así que en 1837 de fundó oficialmente los “Pastéis de Belém” en unas instalaciones anexas a la refinería con la antigua “receta secreta” originaria del Monasterio.

Casi dos siglos después, todavía las preparaciones principales se hacen de manera totalmente artesanal en la llamada “Oficina do Segredo” (o Taller del Secreto) por unas pocas personas, entre miembros de la familia dueña del local y pasteleros expertos, a quienes se les da acceso a la receta bajo extrema confidencialidad.

PASTELES DE BELEN

Shutterstock | Felix Lipov

Las filas para comprar un pastelito en esta tienda pueden ser largas, pero sin duda, es la mejor merienda (acompañados por un café y espolvoreados con un poco de canela o azúcar) luego de visitar el Monasterio de los Jerónimos, que también está abierto al público y no sólo es una joya arquitectónica religiosa, sino también alberga los restos del famoso navegante portugués Vasco da Gama (quien por cierto, antes de partir a la India, rezó allí con su tripulación, en una antigua capilla que estaba antes que el monasterio), el poeta Fernando Pessoa, entre otros importantes personajes de la historia de Portugal.



Te puede interesar:
El Portugal “gótico”: El Monasterio de los Jerónimos

Además, no todos los días uno se puede degustar con una receta monástica de hace casi dos siglos. Eso es un encanto aparte.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Aleteia vive gracias a sus donaciones

Permítenos continuar nuestra misión de compartir información cristiana y bellas historias apoyándonos.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.