Un cuadro para alentar la fe tanto de indios como de colonos
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La Virgen de Chiquinquirá es la reina y la patrona de Colombia. La palabra Chiquinquirá significa lugar de nieblas y pantanos, y está en el departamento de Boyacá. La región, andina, se eleva a más de dos mil metros sobre el mar.
La historia del lienzo de la Virgen se remonta al año 1560. El cuadro se hizo como encargo de los dominicos españoles para alentar la fe tanto de indios como de colonos.
Este cuadro, que originalmente se situó en una capilla y después pasó a una propiedad privada, se quedó sin la imagen de la Virgen durante un tiempo, pero al cabo de unos años el dibujo original reapareció (la imagen se “renovó”), hecho que se consideró el primero de una cadena de milagros vinculados a la Virgen de Chiquinquirá y de ahí que se hable de “La Renovación”.
El lienzo en que está pintada la Virgen es una manta de algodón de algo más de un metro. En el marco se ven plaquetas con el escudo nacional y escudos de las diócesis colombianas y de los padres dominicos. La tela la confeccionaron los indios cocas.
Los ojos de la Virgen están casi cerrados, y el rostro vuelto a su hijo. El niño en la mano derecha tiene un hilo que pende de la pata de un pájaro. La Virgen en la cabeza tiene una toca blanca y en la mano izquierda un rosario de coral. A su lado están el apóstol san Andrés y san Antonio de Padua. La tipología de la Virgen es Odigítria, conductora del Niño.
Este lienzo es la pintura del arte colonial colombiano más antiguo y ha creado una nueva iconografía de la Virgen del Rosario. El lienzo ha pasado distintas vicisitudes a lo largo de sus más de 450 años, incluso es posible que fuera usado en una época para secar granos al sol. La virgen de Chiquinquirá es venerada también en la ciudad de Maracaibo, en Venezuela, donde tiene un templo antiguo.
Y también en Guatemala los campesinos la invocan. En algunas ocasiones la imagen ha sido trasladada a la ciudad de Bogotá (unos 100 km al sur) con el fin de pedir a Dios por la paz o por el cese de epidemias. El último traslado de este tipo ocurrió en 1999.
El santuario de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá está confiado a la orden de los Predicadores, los Dominicos. El papa Juan Pablo II visitó este santuario colombiano en 1986.
Oración
¡Oh incomparable Señora del Rosario de Chiquinquirá! Madre de Dios, Reina de los ángeles, abogada de los pecadores, refugio y consuelo de los afligidos y atribulados. Virgen Santísima, llena de poder y de bondad, lanzad sobre nosotros una mirada favorable para que seamos socorridos por Vos en todas las necesidades en que nos encontramos.