Nace en California el movimiento “Sí, en el patio trasero de Dios”
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Usar terrenos propios de las iglesias de todas las denominaciones religiosas para edificar viviendas asequibles y apoyar así la crisis de las personas sin techo en California, es ya un movimiento que toma forma.
Con esta iniciativa, las congregaciones religiosas de este Estado de la Unión Americana –conocido por sus altos precios– están respondiendo a la crisis de vivienda que afecta a miles de personas y familias.
¿De dónde viene la idea?
La idea comenzó por compartir estacionamientos de los templos con personas que viven en sus automóviles, poner duchas móviles para las personas sin hogar y unirse a los vecinos para pedir control de alquileres en sus comunidades.
Pero otra forma de defensa de la vivienda ha tenido lugar entre los espacios de fe, dice el reporte de Religion News Service (RNS). Varias iglesias están explorando formas de construir viviendas asequibles en sus propias tierras.
Fiel a la costumbre estadounidense de usar acrónimos, este movimiento ha sido bautizado por los pastores y otros líderes religiosos como YIGBY, o “Sí, en el patio trasero de Dios” (“Yes in God’s Back Yard”).
El acrónimo elegido para el movimiento juega con otro acrónimo muy difundido en Estados Unidos: NIMBY (“Not in my Back Yard”; “No en mi patio trasero”), que significa, justamente, lo contrario: que nadie ocupe lo que es de mi propiedad construyendo viviendas asequibles u otros proyectos similares.
“Jesús nos dice muy claramente que mantengamos los ojos abiertos a aquellos que lo necesitan”, dijo el pastor de la Iglesia Luterana de Clairemont, en el área de San Diego, Jonathan Doolittle.
Multitudes sin techo
California es el hogar de los 10 mercados principales menos asequibles de la nación y está cerca de los primeros en hogares con costos elevados: el segundo entre los propietarios y el cuarto entre los inquilinos, según un informe de enero de 2019 del Public Policy Institute of California.
El precio promedio de una vivienda en California es de 549,000 dólares mientras que el precio medio de alquiler es de 2,800 dólares, precios que muchas personas no pueden alcanzar.
Previendo esto, el pasado 6 de noviembre, un subcomité del Consejo de la Ciudad de San Diego votó a favor de una normativa que facilitaría a las comunidades religiosas obtener la aprobación para construir viviendas en sus estacionamientos.
La Iglesia Luterana Clairemont planea impulsar sus esfuerzos de vivienda el próximo año, con la esperanza de poner entre 16 y 21 apartamentos en su estacionamiento.
En el norte de California, la Iglesia Episcopal de San Pablo en Walnut Creek desea abrir su complejo de viviendas asequibles en diciembre o enero.
Se llamará St. Paul’s Commons y será un desarrollo de uso mixto con espacios comunitarios operados por la Iglesia Episcopal de St. Paul. También es donde el Trinity Center sin fines de lucro tendrá un espacio físico para atender a las personas sin hogar.
*Con información de Religion News Services*