Loreta, la campana de casi dos metros de diámetro y de más de 70 quintales de peso, nos invita a visitar una de las basílicas más conocidas de Europa. No es una basílica como las otras, sino que este es el primer santuario internacional dedicado a la Virgen donde, según la tradición, se encuentra la casa original de María, que, según la leyenda, fue trasladada milagrosamente de su lugar de origen en Nazaret a este lugar italiano.
El Santuario de Loreto se encuentra en la provincia italiana de Ancona, en Las Marcas. Entorno a la basílica se fue formando la ciudad de Loreto, que cuenta con unos 11.000 habitantes en la actualidad.
El inicio de las obras de construcción de este santuario de estilo gótico tardío se remonta al siglo XV pero no se completaron hasta finales del XVI. Su historia, sin embargo, comienza en el siglo XIII, en concreto el 10 de diciembre de 1294.
Según una larga tradición, en tal fecha, la casa de #MaríadeNazaret fue trasladada en vuelo por los ángeles a este lugar. Investigaciones más recientes atribuyen el traslado de la preciosa reliquia a una familia, la familia de Angelis, que la habría transportado en una nave después de la derrota de los cruzados en Tierra Santa, para protegerla del ataque de los sarracenos.
La casa de María es el centro entorno al cual se construyó la gran basílica de Loreto. Sobre el altar de la casa de María se venera una pequeña estatua de la Virgen de Loreto. Se trata de una estatua de madera de cedro del Líbano, proveniente de los jardines Vaticanos, que el Papa Pío XI hizo tallar y coronó en 1922 en el Vaticano, antes de que fuera trasladada solemnemente a Loreto. La Virgen está revestida con un manto dorado.
Hacia finales del siglo XVI los peregrinos que se dirigían a la Casa de Loreto solían cantar letanías marianas. Son las llamadas "Letanías Lauretanas".
El santuario pronto se convirtió en uno de los lugares de peregrinación más importantes para los fieles de todo el mundo y ha sido objeto de veneración de muchos santos y Papas, entre ellos Juan Pablo II, que la visitó varias veces durante su pontificado. Su encuentro con los jóvenes en 1995 y en 2004 fue inolvidable.
En septiembre de 2007, el Papa Benedicto XVI visitó la basílica con ocasión del Ágora de los jóvenes italianos. Durante su visita el Pontífice afirmó que esta casa tiene tres paredes y no cuatro, porque está abierta a todos.
Llama la atención en el interior de la basílica este sentido de acogida familiar y de universalidad. Algunos grabados en las piedras de la Santa Casa representan cruces que son iguales a las que se han hallado en Nazaret en el siglo II.
Esta advocación mariana es la patrona de los aviadores, que vieron en la historia del traslado de la Casa de María por los cielos gracias a los ángeles una justa protectora. La oración a la Virgen de Loreto, proclamada patrona universal de los aviadores, resalta su carácter profundamente maternal.