6 actitudes definen a quienes tienen de una vida feliz
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La felicidad no se impone. Es fruto de un movimiento interior del alma, de una visión de la vida. Podemos hacerla emerger en nosotros, a condición de cultivar ciertas actitudes cotidianas, aquellas que aportan una calidad totalmente nueva a todo nuestro ser. Podrás descubrirlas en la siguiente galería.
Saborear los buenos momentos, ser curioso y creativo, rodearse de amigos, tener confianza en la vida y, sobre todo, ponerse a la escucha de Dios… Así son las claves para vivir mejor de quienes se declaran felices, incluso en los momentos difíciles y de sufrimiento. A continuación tenéis algunos elementos esenciales para una dicha profunda. Unas claves que permiten tomar el camino de la apertura a Dios y al prójimo en todas las circunstancias de la vida.
La felicidad se encuentra dentro de nosotros: todo depende de la manera en que ejercemos nuestra libertad, de cómo tomamos nuestras elecciones, cómo nos acercamos al mundo y de nuestro sentido de la acción en la vida. La felicidad consiste en asumir la responsabilidad de lo que nos sucede y, aun frente a las dificultades, cultivar cada día una profunda alegría y confianza en la vida. Es algo que se aprende: ninguna fatalidad nos obliga a la tristeza o a la infelicidad. Y esta es una muy buena noticia.