Repasamos la historia de Toni Morrison, escritora afroamericana que se convirtió al cristianismo con doce años y dedicó buena parte de su obra a visibilizar las vidas de los más desfavorecidos de la sociedad
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Hija de una familia trabajadora, su nombre real era Chloe Ardelia Wofford. Había nacido en Ohio, el 18 de febrero de 1931. Era la segunda de los cuatro hijos de George y Ramah Wofford, una pareja sencilla, de clase obrera, que enseñaron a sus pequeños a amar la belleza de la lectura. Chloe fue siempre una buena estudiante, apasionada muy pronto por la literatura. Cuando tenía doce años, Chloe sintió la llamada de Jesús y se convirtió al cristianismo adoptando el nombre de Anthony en honor a San Antonio de Padua. Desde entonces, todos la conocían como Toni.
En 1949 se graduó con honores en el instituto de Lorain, la localidad en la que vivían los Wofford y continuó estudiando literatura en la Universidad Howard. Cuando terminó sus estudios, con una tesis sobre Virginia Woolf y William Faulkner, empezó a trabajar como profesora en varias universidades. En 1958 se casó con un arquitecto llamado Harold Morrison con el que tuvo dos hijos. El matrimonio no duró muchos años y, cuando Toni estaba embarazada de su segundo hijo, en 1964, se separaron.
En aquella época, Toni Morrison empezó a ganarse la vida como editora, consiguiendo un trabajo en la editorial Random House en Nueva York. Pero ya entonces había empezado a escribir algunas historias propias inspiradas en las reuniones de escritores y poetas a las que acudía en la Universidad Howard. Una de aquellas historias, protagonizada por una niña negra, terminó convirtiéndose en su primera novela. Ojos azules salió a la luz en 1970 y tuvo una tímida acogida de crítica y público. Pero Toni siguió escribiendo, compaginando su vida como editora, su labor como madre y su pasión por la literatura. Su segunda novela, Sula, fue nominada a los National Book Award y La canción de Salomón recibió varios reconocimientos, entre ellos el National Book Critics Circle Award.
Toni Morrison continuó escribiendo los siguientes años con gran éxito, centrando buena parte de sus historias en protagonistas de raza negra, la gran mayoría mujeres, y abordando cuestiones como la esclavitud, la segregación racial y los derechos civiles. Pero fue Beloved la novela que le valió el reputado Premio Pulitzer en 1988. La obra, inspirada en la dramática historia de Margaret Garner, una esclava afroamericana que vivió a mediados del siglo XIX y mató a su hija para salvarla de las terribles garras de la esclavitud. Una trágica historia que tocó el corazón de los lectores y convirtió la novela en un bestseller durante semanas.
En 1993, Toni Morrison recibió el máximo reconocimiento a su trayectoria literaria al recibir el Premio Nobel de Literatura por haber dado “vida a un aspecto esencial de la realidad estadounidense” en unas “novelas caracterizadas por la fuerza visionaria y el sentido poético”.
Toni Morrison continuó escribiendo, enseñando literatura en distintas universidades y cosechando grandes éxitos literarios y reconocimientos públicos. Formó parte de la Academia Americana de las Artes y las Letras y del Consejo nacional de las Artes.
A finales de 2010 tuvo que superar la muerte de uno de sus hijos, un duro golpe para ella. Durante un tiempo no pudo seguir con la novela en la que estaba inmersa pero finalmente la terminó y se la dedicó a su hijo desaparecido.
El 5 de agosto de 2019, Toni Morrison fallecía de una pneumonía a los ochenta y ocho años de edad.
