Un estudio de Harvard ha seguido a las mismas personas durante 80 años y los descubrimientos son reveladores
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
¿Has leído alguna vez algo sobre el estudio de Harvard que lleva 80 años en funcionamiento midiendo la salud y la felicidad a lo largo de la vida de unas personas?
El estudio empezó en la década de 1930 y ha continuado hasta hoy recopilando información sobre los hijos de los participantes originales.
Hasta ahora, la información ha revelado varias tendencias fuertes que apuntan a los ingredientes de una vida feliz.
Una observación interesante es que estos hallazgos respaldan las enseñanzas de Jesús y del Nuevo Testamento.
A continuación tenéis cinco formas de cultivar la felicidad a partir de los descubrimientos del estudio, emparejado con palabras extraídas directamente de la Biblia…
Tu calidad de vida, en especial al envejecer, depende de tus relaciones
Un notable descubrimiento del estudio es que las personas que tienen relaciones buenas, estables y sistemas de apoyo a la edad de 50 años tienen normalmente mejor salud a los 80 años que las personas que carecen de buenas relaciones.
Jesús también aboga por la estabilidad en las relaciones y la comunidad. Enviaba a las personas de dos en dos (Lucas 10,1). Formó una comunidad de 12 hombres (sus apóstoles) con quienes viajó, enseñó y experimentó la vida.
Y Jesús dice que el mayor acto de amor es dar la vida por los amigos (Juan 15,13), junto con el mandamiento de amar a tu prójimo como a ti mismo (Marcos 12,31).
Los matrimonios estables y la satisfacción marital generan personas más felices
El estudio afirma que las personas con matrimonios felices informaron sentirse de mejor humor cuando experimentaban más dolor físico del habitual. En el reverso de la moneda, las personas en matrimonios infelices reportaron peor humor y más dolor físico a diario.
La soledad también causa una muerte más temprana y las investigaciones constatan que es tan peligrosa para la salud como el abuso de tabaco o alcohol.
Jesús pide compromiso entre los esposos en sus pronunciamientos contra el divorcio (Mateo 19). Más adelante, en la Primera carta a los corintios, san Pablo exhorta a esposos y esposas a amarse mutuamente, señalando a las relaciones que son amorosas y buenas para ambos cónyuges.
A largo plazo, la felicidad es la capacidad para comer y beber con moderación sin depender del alcohol o el tabaco
Los datos del estudio muestran que las personas que llevan vidas felices y equilibradas en general pueden dar un cambio de 180 grados si empezaran a aumentar su dependencia del alcohol en la mediana edad. Lo inverso también es cierto: personas “descarriadas” debido al abuso del alcohol podrían dar la vuelta a sus vidas y encontrar felicidad y equilibrio.
Jesús coincidiría con que la moderación es la clave, ya que predica el desapego de lo mundano y el apego a Dios. Jesús pregunta qué beneficio hay en ganar el mundo si se pierde el alma (Mateo 16,26).
En numerosas ocasiones, declara que es imposible llegar al Paraíso si estás demasiado apegado a las cosas de este mundo (es difícil que un rico entre en el Cielo, para la persona que almacena tesoros terrenales en almacenes cada vez más grandes y para la persona que marcha triste porque no quería dejar atrás sus posesiones).
Mantener un peso saludable contribuye a la felicidad a largo plazo
Esto incluye mantenerse activo a lo largo de la vida. Aunque Jesús no habla sobre alimentación o sobre mantenerse en forma, san Pablo enfatiza la importancia de cuidar de nuestros cuerpos porque son templos para el Espíritu Santo (1 Corintios 6,19). También nos recuerda que glorifiquemos a Dios con nuestro cuerpo.
La capacidad de lidiar con los altibajos de la vida de forma saludable es esencial para la felicidad
Así lo muestra el estudio. Y el cristianismo ayuda a poner en perspectiva la montaña rusa de la vida: Jesús dice que no pertenecemos a este mundo (Juan 17,16) y explica cómo nuestro sufrimiento en este mundo en realidad nos ayuda a estar listos para el próximo (Mateo 5,3).
Así que, ¿cómo podemos ser felices?
Si tanto Jesús como una investigación científica longitudinal coinciden en que tener apetitos moderados, mantener un sentimiento de esperanza y paciencia sobre la vida y priorizar nuestras relaciones (en particular el matrimonio si tenemos la bendición de un cónyuge) son importantes para una felicidad que dure toda la vida, ¡el camino está claro!