Aunque fue una de las actuaciones más hermosas hasta la fecha mucho caso no les hicieron. ¿Por qué?
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Un grupo de cinco seminaristas ortodoxos rusos de una escuela en París apareció en la versión francesa de La Voz sorprendiendo a los jueces.
Al principio, se puede ver a dos de los jueces preguntándose cuántas voces realmente están cantando, ya que los timbres de los cinco hombres se mezclaban maravillosamente para sonar en todo el auditorio. Cuando se agregan las notas graves bajas uno de los jueces se queda con la boca abierta, maravillado por el extraordinario sonido.
La Unión de Periodistas Ortodoxos señala que la canción que interpretaron fue “Mi alma, levántate, ¿por qué estás durmiendo?” Es un himno que normalmente se interpreta antes y después de la Cuaresma. Es costumbre que los creyentes recen de rodillas durante la duración de la canción.
Aunque los jueces parecían estar muy impresionados por el canto – uno de ellos claramente indica que se le pone la piel de gallina – ninguno de ellos pulsó el botón. Más tarde dijeron que estaban tan embelesados con la canción que olvidaron presionar el botón. Esta explicación, desafortunadamente, no ayudaría a los seminaristas en su búsqueda para competir en La Voz, ya que no fueron elegidos.
Si bien las estrellas del pop no se acordaron de presionar el botón, no estaban demasiado ocupadas hablando entre ellas durante la actuación. Uno de los jueces no podía parar de reír por alguna razón. Aunque fue una de las actuaciones más hermosas hasta la fecha en cualquiera de estos programas de música, el grupo solo recibió una canción televisada.
Si bien algunos pueden estar decepcionados, vale la pena señalar que la belleza y el significado religioso quizás fue demasiado bueno para la televisión. Después de todo, como Cristo advierte a sus seguidores en Mateo 7, 6:
No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.
Para ser sinceros, es muy posible que ninguno de los cantantes pop reunidos en el panel de jueces hubiera podido dar a los seminaristas ninguna orientación que los ayudara en sus carreras musicales.