#haes, una perspectiva refrescante y sentido común sobre las dietas, la alimentación y la salud
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Cuando me encontré por primera vez con el hashtag #haes en Instagram, no sabía qué significaba exactamente, pero intuí que me gustaría. Iba apareciendo cada vez con más frecuencia en publicaciones sobre salud que integraban todas las dimensiones de la persona (física, emocional y social). Muchas de ellas apostaban por escuchar a tu intuición a la hora de cuidar de tu cuerpo, un punto de vista a menudo olvidado en una cultura obsesionada por las dietas y las prácticas agresivas para perder peso.
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Hice unas pocas indagaciones más y descubrí que el hashtag en cuestión eran las siglas de Health At Every Size, que quiere decir, ‘Salud en todas las tallas’, un concepto extraído de un libro y que fomenta una visión tranquila y alegre de la alimentación y el ejercicio.
La base de esta perspectiva es la realidad biológica de que, incluso si todo el mundo comiera exactamente igual y moviera su cuerpo de igual forma, cada uno seguiría teniendo resultados diferentes en relación a la salud, debido a las diferencias genéticas, de estilo de vida y a muchos otros factores.
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Si piensas en ello, tiene todo el sentido del mundo, pero ¿con qué frecuencia los escritos y los programas sobre dietas reconocen esta realidad?
En el libro Anti-Diet aprendí que el movimiento #haes sigue los siguientes principios:
- Ofrecer una atención inclusiva con respecto al peso que acepte y respete la diversidad corporal y rechace la demonización de ciertas tallas o ensalce otras.
- Apoyar políticas y prácticas sanitarias que ayuden al bienestar de las personas en un sentido verdaderamente holístico, incluyendo sus necesidades físicas, emocionales, espirituales y económicas.
- Rechazar culpar a las personas por sus resultados de salud.
- Reconocer los prejuicios que tienen los profesionales de la salud y trabajar para poner fin a la discriminación y el estigma basado en la talla corporal o en cualquier otra forma de identidad.
- Ofrecer una atención respetuosa que reconozca la intersección de identidades que tienen las personas y las formas en que esas identidades pueden interactuar con el estigma por el peso.
- Fomentar una alimentación intuitiva y una relación placentera con la comida, en vez de recurrir a “planes alimentarios” externos diseñados para encoger el cuerpo.
- Apoyar una relación alegre con el movimiento que permita a personas de todas las tallas, tamaños y capacidades determinar su propio nivel de compromiso con la actividad física.
Esta perspectiva sanitaria es maravillosamente consistente con la creencia católica en la dignidad de cada ser humano. Tu talla corporal no tiene nada que ver con tu valor intrínseco como hijo o hija de Dios. Es fantástico ver un movimiento que reconozca y celebre esta verdad.