Las redes sociales a veces ofrecen interesantes saltos de tiempo
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Por arte de las redes sociales, esta foto de Notre-Dame de Paris que data de 1838 está haciéndose famosa en estos días, y ofrece una gran inmersión en los inventos del siglo XIX.
A mediados de la década de 1820, Louis Daguerre y Nicéphore Niépce inventaron en París uno de los primeros procesos fotográficos de la historia: el daguerrotipo. Este permitía captar una imagen en una placa de metal gracias a los vapores de yodo.
Sin embargo, en 1838, aunque el tiempo de exposición todavía era extremadamente largo, entre ocho y diez horas, el proceso funcionaba bastante bien. Tan bien que Louis Daguerre, el único superviviente del dúo de inventores, ya podía fotografiar al aire libre.
Como buen parisino, ¡saldrá a las calles de la capital con su nueva máquina y fotografiará Notre-Dame por primera vez!
¡La catedral ya ofrece un retrato perfecto, un aspecto majestuoso, y sin la aguja central! Porque aunque la catedral se construyó con un campanario que contenía cinco campanas, en 1250, que se desmanteló, cinco siglos después, entre 1786 y 1792 (durante la Revolución Francesa).
Notre-Dame permaneció sin campanario durante casi 70 años, hasta que Eugène Viollet-le-Duc se encargó de restaurarlo a partir de 1860.
Y para seguir con los nombres famosos, la novela Notre-Dame de París (más conocida como El jorobado de Notre-Dame) de Victor Hugo se publicó en 1831, por lo tanto, el escritor también conocía la catedral sin aguja, ¡lo que no le impidió encontrar inspiración!