Terry Fox corrió 5,000 en 145 días kilómetros, con una pierna
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¿Recordáis la famosa escena de la película “Forrest Gump”, cuando el personaje principal decidió correr? Mientras corría (días, semanas, meses), después de un tiempo se hizo famoso y más y más personas lo siguieron. Esperaban que todo esto tuviera un significado más profundo, y Forrest podría ayudarlos a resolver los dilemas y problemas con los que estaban luchando. Desafortunadamente, la carrera del personaje de culto de la película no estuvo acompañada de ninguna idea importante y después de un tiempo la carrera se interrumpió, sin razón aparente.
La película “Forrest Gump” es encantadora y única, pero siempre sentí pena por esta escena. Inconscientemente, quería que esta historia inspiradora tuviera un final diferente. Afortunadamente, fue solo una película.
En la vida real sucedió una historia similar, pero mucho más conmovedora. Se trata del destino de Terry Fox y de la obra de su vida: “El Maratón de la Esperanza”.
143 días, 5.000 kilómetros, 1 pierna
Terry Fox es hoy uno de los héroes nacionales de Canadá. Sin embargo, su camino hacia la grandeza comenzó con un drama personal. Fue el diagnóstico que recibió Terry, tenía por aquel entonces 19 años: cáncer. Para pensar en una lucha efectiva contra la enfermedad, una de sus piernas tuvo que ser amputada. Es difícil de describir la tragedia de un joven estudiante que entraba en la vida adulta y que planeaba convertirse en maestro de educación física. En toda esta situación dramática, una de las pocas noticias positivas fue que el joven tendría a su disposición una prótesis de alta calidad que le permitiría moverse no solo en una silla de ruedas.
La falta de una pierna no disminuyó la pasión de Terry Fox por el deporte. Todo lo contrario: lo estaba absorbiendo cada vez más. Pero eso no fue lo único en lo que pensaba mucho. Su sufrimiento personal y el dolor de otros que luchan contra el cáncer lo hicieron actuar. Entonces se le ocurrió la idea de que correría a lo largo de Canadá. Éste no sería solo un fin en sí mismo, sino que la carrera serviría para recaudar 1 millón de dólares para la investigación del cáncer. Así nació el “Maratón de la Esperanza”.
Contra la voluntad de los padres y los médicos, Terry Fox decidió que cubriría la distancia maratónica todos los días (42 km). La ruta del maratón es un objetivo imposible para muchas personas sin discapacidad. Sin mencionar correr tal ruta día a día.
El joven atleta, sin embargo, tomó el desafío. Ver a un joven cojeando con una pierna protésica, lleno de determinación por correr para combatir el cáncer, conmovió a los residentes de Canadá a finales de los años setenta y principios de los ochenta. Terry Fox fue vitoreado en la ruta y se formaron numerosos relatos de su “Maratón de la Esperanza”.
En 143 días, el héroe de la historia superó los 5,000 kilómetros. Desafortunadamente, también hubo una recaída en la ruta, que privó a Fox de casi toda su fuerza y el corredor de maratón se vio obligado a someterse a un tratamiento inmediato. ¿Eso significó el final de la recogida de dinero? Ninguna de estas cosas. Se aceleró aún más. Pero esta vez los canadienses se unieron a la organización, quienes organizaron una recogida a nivel nacional.
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Poco después, Terry Fox murió. Como dice su familia: estaba feliz y orgulloso de la generosidad de sus compatriotas.