El avance de la pandemia también afecta a este gran símbolo de esperanza para el continente Un verdadero ícono del catolicismo en Brasil. A cualquier persona que tenga la oportunidad de visitar Río de Janeiro se le hará casi imposible obviarlo. Pues sí. La “ciudade maravilhosa” no sería la misma sin la imagen del Cristo Redentor ubicado en lo alto del cerro Corcovado.
En las últimas horas, tal cual viene sucediendo con diversos lugares que suelen genera aglomeraciones, se informó lo que para muchos en tiempos de coronavirus se transformaría en una obviedad: El Cristo ya no iba a recibir más visitas.
El avance del coronavirus en Brasil, que este martes 17 de marzo ha dejado a su primera víctima mortal (horas después se confirmó una segunda muerte y precisamente en Río de Janeiro) , también ha generado que el Pan de Azúcar también se viera afectado en cuanto al turismo.
Read more:
América Latina vs coronavirus: Cuando la Virgen se transforma en refugio
Todo esto, de alguna manera, se suma al apagón cultural que está viviendo la populosa Sao Paulo, otra famosa ciudad que se caracteriza por sus museos y desarrollo de diversas actividades vinculadas al ocio.
“Ponen al Cristo Redentor en cuarentena”, titulaban algunos medios internacionales (DW) tras la confirmación de la noticia que empezó a regir desde este martes.
No obstante, a pesar de que esta maravillosa ciudad empiece a ver cómo con el correr de los días sus luces se continúan apagando, y las restricciones de movimientos –a raíz de este nuevo virus que ya ha dejado centenares de afectados en Brasil y muchos más en el resto del continente- el Cristo que abraza a todos –por un tiempo sin contacto físico, pero sí de manera espiritual- seguirá ahí. Y lo tendrán todos, con sus brazos abiertos y bendiciendo también en tiempos de pandemia.
¿Quieres conocer más detalles sobre el Cristo Redentor? Mira esta nota a continuación:
Read more:
10 curiosidades del Cristo Redentor de Río de Janeiro
Read more:
El Cristo Redentor de Río de Janeiro como nunca antes lo has visto
Read more:
¿Cómo llegó a Río la estatua del Cristo Redentor?