Monseñor Antonio Napolioni es el primer obispo que ha superado el Covid-19
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“Ayer (martes 17 marzo ndr) regresé a casa tras 10 días ingresado en el Hospital Mayor de Cremona por una neumonía causada por el Covid-19. Mi primer pensamiento de inmensa gratitud es para los médicos, enfermeras y todo el personal del departamento de Neumología, dirigido por el Dr. Giancarlo Bosio. Los apoyamos a ellos y a quienes trabajan más allá de sus fuerzas, con oración, con solidaridad, con la ejecución cuidadosa de los protocolos que exige este momento tan delicado”.
Este es el mensaje publicado en Facebook por monseñor Antonio Napolioni, obispo de Cremona (Italia), quien ha enfermado por culpa del Coronavirus.Después de estar 10 días en el hospital regresó a la casa episcopal donde permanerá en cuarentena hasta que sea oportuno. El viernes 7 de marzo tuvo que ser ingresado en el Hospital de su localidad porque presenta los síntomas de una neumonía atribuibles al coronavirus.
Tras algunos días el personal médico confirmó sus sospechas. Esta plaga estaba haciendo mucho daño a sus conciudadanos. Pero, gracias a las atenciones médicas, pudo recuperarse y ser dado de alta.
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“Agradezco – añadió el obispo en Facebook – las innumerables palabras de la Iglesia cremonese, del episcopado lombardo e italiano. Recibo como regalo muchísimos mensajes. Me di cuenta que estaba siendo llevado, como en un único cuerpo, en donde quien cuida y quien es cuidado son caras concretas del Señor Jesús. Su Pascua regenerará la esperanza y nos volverá a poner en el camino. Los abrazo ‘virtualmente'”.
¿Qué se siente?
El obispo contó, al Avvenire, lo que sintió cuando le encontraron los síntomas del Covid-19. “Tomé nota. En los días anteriores estaba en una visita pastoral, en contacto con la gente. Los síntomas ya los sentía, me costaba respirar. Afortunadamente el diagnóstico fue inmediato y esto permitió cambiar la situación en unos días”.
En el hospital, explica, “fui aislado”. Encontré una gran fuerza de médicos y paramédicos, una lección de humanidad y profesionalidad, de dedicación impresionante”.
En esos días, “sentí un gran afecto. Los trabajadores piden el apoyo de la oración. Seguiré rezando por ellos y con ellos. El arma poderosa es mantenerse lúcidos espiritualmente, encomendarse al Señor que es padre también en estas situaciones”.
Del terremoto a la pandemia
Esta experiencia le está dejando una huella interior indeleble.
“Madre que cuida el sentido de la vida”
A los enfermos, monseñor Napolioni dice “que se encomienden con confianza a quien cuida de ellos. Sintiendo que cada instante puede ser una posible recuperación. No siempre sucede esto, pero es necesario tener viva la esperanza”.
Y sobre el papel de la Iglesia en este momento afirma que “es esa madre que cuida el sentido de la vida. Es este gran abrazo que dice: ‘Mira que lo estamos logrando”.