Este mundo en crisis necesita la paz. ¿Qué hacer? Empecemos por ayudar a la familia a enfrentar con calma esta situación que requiere métodos sin precedentesDado que lo único que se propaga más rápido que el COVID-19 es el miedo, mi objetivo principal ha sido encontrar formas de mantener la paz en nuestro hogar. Digamos que es más como una estrategia de tres frentes para ayudar a mi familia a enfrentar con paz esta situación que nos ha tocado vivir.
1Habla con tus hijos, que no te oigan comentar cosas
La parte más aterradora de cualquier pandemia no es necesariamente la enfermedad en sí, sino la incertidumbre que la rodea. Esto es cierto tanto para niños como para adultos.
Podríamos pensar que estamos protegiendo a los niños hablando en voz baja o diciéndoles que no hay nada de qué preocuparse, pero en realidad estamos creando más miedo y ansiedad al no decirles las cosas abierta y claramente.
No tengas miedo de hablar con tus hijos sobre el coronavirus. No hay necesidad de entrar detalles. Las noticias son muy preocupantes y no conviene angustiar a los niños con el número de fallecidos de hoy o con las enormes dificultades que tienen los médicos para curar a los miles de enfermos que llegan a los hospitales.
Explícales cómo se propaga y diles qué pueden hacer para protegerse. Para evitar la propagación sus escuelas están cerradas y recuérdales que se están tomando estas medidas para proteger a todos.
Dales espacio para expresar sus miedos y no los dejes de lado. De hecho, probablemente sea aconsejable compartir algunas de tus preocupaciones para que tus hijos sepan que no están solos al sentir miedo.
Enfrentarse a lo que se está sucediendo, ya sea coronavirus o simplemente circunstancias de la vida, es la mejor manera de crear una sensación de seguridad y paz en tu familia.
2Céntrate en el propósito, no en la distracción
Entonces, en lugar de encontrar formas de distraer a los niños en casa, comencé a pensar en maneras de darles un propósito cada día. Un día, vamos a limpiar y organizar el armario de la sala de juegos, que está hecho un desastre.
¿Es divertido? No. ¿Tiene que hacerse? Sí. ¿Es un trabajo en el que podemos concentrarnos y completar juntos, y luego celebrarlo? Doble sí.
Sin embargo, no todos tienen que ser días de tareas domésticas; otro día tendremos una clase de ciencias de cocina en la cocina, que es divertida y productiva.
Considera este tiempo como una oportunidad para hacer todas las cosas que has estado posponiendo de manera sistemática. Planifícalas, haz un calendario, consulta a tu pareja y a los niños y luego despiértate cada día y, simplemente, hazlo.
3No pierdas la conexión espiritual
No hay nada como un momento de incertidumbre y miedo para hacer que las personas se pregunten por el sentido de la vida y vuelvan la mirada a Dios, y esta pandemia no es una excepción.
La enfermedad y la muerte están en la mente de todos, por lo que puede estar seguro de que también estarán en la mente de tus hijos. No evites este tipo de preguntas, al contrario.
Y lo más importante, comienza y termina cada día con oración. Recuerda a tus hijos cuando se despierten y antes de irse a dormir que, al final, el amor de Dios es infinito y eterno. Reza con ellos al ángel de la guarda y recuérdales que no están solos y que Dios los mantendrá a salvo ahora y para siempre.
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