Se encuentra en el centro de la ciudad de Nápoles en la famosa plaza del Plebiscito y es considerada uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura neoclásica en Italia
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
El general francés Joaquín Murat, apenas llegó a Nápoles ordenó la demolición de todos los edificios y la construcción de una plaza que llevaría el nombre de Gran Foro Joaquín o Foro Murat. Su intención era limpiar el área que era frecuentada por delincuentes. El proyecto elegido planteó la construcción de un pórtico con un aula circular en el centro para ser utilizado como sede de asambleas populares.
No obstante, el proyecto no se completó puesto que Joaquín fue “reenviado” a su país después de la restauración de la corona borbónica por Fernando I de las dos Sicilias.
Como agradecimiento a San Francisco de Paula, que lo había protegido devolviendo el trono del reino, decidió construir una iglesia en su honor, pidiendo expresamente que la cúpula no superara a aquella del Palacio Real que se encontraba justo enfrente. Fue inspirada en el Panteón romano, variando las dimensiones y con la diferencia que esta tiene dos pequeñas cúpulas a sus lados.
Gracias al privilegio otorgado por el papa Gregorio XVI, fue la primera iglesia en Nápoles en tener el altar invertido, o sea, mirando a los fieles.