La Iglesia en Santiago de Chile le tiende la mano y ofrece albergue a más de 900 personas que esperan poder regresar a su país debido al coronavirus“Hicimos una verdadera procesión desde el Consulado de Bolivia hasta la Parroquia Latinoamericana, donde las más de 900 personas rezaban y agradecían al Estado Chileno por acogerlos en albergues y así estar en mejores condiciones, con más dignidad diría”.
Así retrata el padre Lauro Bocchi, vicepresidente del Instituto Chileno para la Migración (INCAMI), la llegada de los ciudadanos bolivianos que se encuentran varados en Santiago por el cierre de las fronteras.
Ellos se encontraban desde hace una semana acampando afuera del edificio que alberga las oficinas de este país altiplánico para ver qué solución se les daba. “No hubo respuesta de las personas del conuslado. Fue la Alcaldesa de Providencia, el Minsiterio de Relaciones Exteriores de Chile y el Arzobispado de Santiago quienes pudimos dar una salida para la gran mayoría”, relata el vicepresidente de INCAMI.
La noche del martes salieron con rumbo a Iquique 14 buses con 600 personas en total, quienes al llegar a esta ciudad del extremo norte de Chile harán cuarentena siete días y después al pasar la frontera otros siete días. De esta manera en la parroquia Latinoamericana pasaron la noche 200 personas, en la casa de retiro Sagrada Familia 70 y en la parroquia Santa Cruz 70.
“Sin embargo hoy al abrir las puertas nos encontramos con 200 nuevas personas”, continúa el Padre Bocchi.
El sacerdote relata que en la noche del martes se detectaron 8 personas con fiebre alta, las cuales fueron aisladas y se les tomó el examen correspondiente.
“Gracias a Dios los resultados dieron negativo para Covid 19. Sino sería aún más preocupante y complejo manejar esta situación. Aquí encontramos hombres, mujeres, adultos mayores y mujeres embarazadas, incluso familias completas”, recalca el sacerdote.
La vulnerabilidad de los ciudadanos bolivianos viene desde el 15 de abril, cuando el gobierno de ese país cerró las fronteras y con eso el ingreso de sus propios compatriotas.
“Vivir esto jamás me lo imaginé, encontrarme con esto, y pedir a Dios para que termine y se encuentre alguna solución”, relata Lizbeth, joven boliviana quien el 20 de abril se encontraba en Colchane, uno de los pasos fronterizos entre Chile y Bolivia, que se encuentra a 3.800 metros sobre el nivel del mar en la región de Tarapacá.
Todos los años a partir de enero comienzan a llegar a Chile miles de bolivianos a trabajar como “temporeros” (trabajadores que vienen sólo en la temporda de cosecha) en el sector agrícola desde Copiapó hasta Linares. “Desde hace cinco años que voy a Chile, especificamente a la zona de Copiapó, donde hay 100 kilómetros de valles y a los costados de la carretera campos frutícolas o viñas; donde se necesita hasta 600 trabajadores en cada cosecha”, cuenta Daniel de Cochabamba y que espera salir de Iquique.
.@Iglesiastgo pone a disposición 3 recintos para albergar a los 600 ciudadanos bolivianos que se encuentran varados en Chile por el #Covid19. El Vicario General, Cristián Roncagliolo dijo que se están haciendo todos los esfuerzos para "acoger a todas estas personas con dignidad". pic.twitter.com/gt8CvvE5Ce
— Iglesia de Santiago (@Iglesiastgo) April 28, 2020
La gran mayoría de los ciudadanos bolivianos estuvo laborando en los campos, pero también están los que tienen residencia en Chile pero que desde octubre a la fecha ha perdido sus trabajos y prefieren volver a Bolivia junto a sus familias.
En horas de la tarde del miércoles el Intendente de Santiago y los alcaldes de las comunas de Providencia y Las Condes le comunicaron a los ciudadanos bolivianos que nadie podía viajar hasta que se abran las fronteras, debido al riesgo de la propagación y contagio del Covid-19.
Es así como los más de 500 ciudadanos bolivianos quedarán albergados en colegios de la comuna de Providencia y de Las Condes donde tendrán todas las medidas sanitarias como también la alimentación necesaria.
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