El arzobispo de Manaos lleva consuelo a los familiares de las víctimas de la pandemia del coronavirus y en una localidad que no para de enterrar a sus muertos “La única palabra que tenemos es esperanza y la palabra que siempre agrego: fe. Cuánto dolor podía sentir en el cementerio. La gente apenas puede hablar. Verá, solo cinco personas pueden acompañar el funeral. Esto es mucho sufrimiento, mucho dolor”
Así describe el arzobispo metropolitano de Manaos, Leonardo Steiner, la crítica situación que está atravesando la capital del estado de Amazonas debido a la pandemia del coronavirus.
Este sitio en los últimos días ha estado experimentando un verdadero caos sanitario debido al aumento de casos positivos y con números cercanos al 90% en cuanto a la ocupación de camas en unidades intensivas, tal cual establece una reciente nota de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) en base a datos proporcionados la Health Surveillance Foundation (FVS-AM).
En esta localidad de Brasil también se vive el drama de los entierros masivos –tanto de día como de noche- y que ha generado que solo cinco miembros de la familia del fallecido puedan participar.
Es ahí donde en los últimos días también se pudo ver una imagen de consuelo en el cementerio Nossa Senhora Aparecida, la de este obispo llevando esperanza a las familias más afligidas y ofreciendo la bendición a los fallecidos.
“Incluso después, volviendo desde el momento del funeral, la gente pasa en silencio por nosotros. Decimos: ‘Dios los bendiga’, miran y no responden y aquí sabemos que las personas responden fácilmente, con toda familiaridad. Entonces es un momento de gran dolor”, expresó el arzobispo, quien comenta que a pesar del acercamiento las personas no “pueden hablar”.
“Las personas se toman el tiempo para la oración y sólo decir amén y siguen su camino. Y cuando digo ‘mira, no olvides notificar al sacerdote de la muerte y pedirle que diga la misa del séptimo día’, miran a las personas con una mirada de gratitud. No vienen palabras. Entonces, es un momento de gran sufrimiento y ese sufrimiento viene debido a las noticias, y las noticias que tenemos no son buenas noticias. La buena noticia que tenemos es la solidaridad que encontramos en la gente de Manaos, una solidaridad extraordinaria”, agrega.
La presencia del arzobispo ha representado de momento el mejor “abrazo” -en tiempos donde todo contacto físico queda suspendido- para las personas que padecen el drama de los miedos del coronavirus, y más aún, la pérdida de un ser querido.
Es por todo esto que también se ha decidido –prosigue la nota de la CNBB- que desde el pasado 2 de mayo la Arquidiócesis de Manaos ofrezca el acompañamiento de sacerdotes y diáconos que no estén en riesgo de convertirse en “la presencia de la Iglesia y bendecir los cuerpos de los enterrados”.
Las imágenes de los últimos días provenientes de cementerios de Brasil han estado conmoviendo al mundo, con entierros a toda hora y un arduo trabajo del personal que tiene que llevar a cabo la tarea.
https://twitter.com/RoaJavier/status/1253140501357887488
En ese sentido, el propio arzobispo se encargó de reconocer esta labor y agradecer estos servicios esenciales en medio de una gran sorpresa para los familiares en horas complejas.
En tanto, el coronavirus avanza en Brasil, el país de América Latina más afectado con casos positivos que –según cifras oficiales- superan los 100.000, siendo más de 7.000 los fallecidos.
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Con información en base a reporte de CNBB