¿Tu perro te quiere? Los científicos empiezan a afirmarlo. Nuevos libros, entre ellos Dog Is Love, muestran una creciente disposición de los investigadores a usar la palabra "amor" para las relaciones de los perros con las personas.
Sin embargo, muchos han reflexionado un poco sobre el tema, y vale la pena entender el "amor del perro", para que lo apreciemos por lo que es, y no lo confundamos con lo que no es.
Los perros parecen amar, en algunos casos más que los seres humanos.
Hay perros que salvan vidas y sacrifican su propia seguridad por los demás, hay perros que guían a ciegos, y está Hachiko, el perro héroe de Japón, que esperó nueve años a su amo después de éste muriera.
Estudiar el cerebro de los perros da más evidencia aún. Los cerebros de los perros se iluminan como el nuestro cuando escuchan a alguien que conocen. La oxitocina, la química de "unión" que ayuda a los seres humanos a mantenerse unidos, también funciona en los perros.
Pero, irónicamente, el viejo chiste sobre tu perro y tu esposa revela la verdad sobre los perros.
Irónicamente, esta broma muestra que el cónyuge ama más que el perro.
La definición clásica del amor de Santo Tomás de Aquino es "hacer el bien a los demás". Un ser humano al que has encerrado te exigiría una explicación, te cuestionaría por la injusticia y exigiría una restitución; en otras palabras, el ser humano querrá el mayor bien para ti.
El perro solo menea la cola. Esto se debe a que los perros no te exigen nada. Los perros celebrarán cuando llegues a casa, pero no cuando obtengas un ascenso. Se alegrarán si lees a su lado, pero no les importará si disfrutas el libro o no.
El amor de los perros es entusiasta, pero no discriminatorio. De hecho, a un perro ni siquiera le importa si eres humano. Los científicos están estudiando lo que la cultura popular ha observado durante años: los perros están ansiosos por adaptarse a cualquier especie. Se sabe que se vinculan afectivamente con ovejas, cabras e incluso pingüinos de la misma manera que con humanos.
De hecho, la ciencia parece estar descubriendo lo que Santo Tomás de Aquino sabía desde siempre: los perros tienen amor emocional, pero no amor racional.
Necesitas libertad para amar de verdad, y los animales tienen una libertad muy limitada.
"Un animal irracional prefiere una cosa a otra porque su apetito está naturalmente determinado a esa cosa", dice Aquino. "Por lo tanto, tan pronto como a un animal, por su sentido o su imaginación, se le ofrece algo a lo que su apetito se inclina naturalmente, se mueve hacia eso, sin hacer ninguna elección".
Esto es lo que encontró el programa de televisión Myth Busters: las historias sobre sobornar al perro guardián con bistec son realmente verosímiles. Un perro sigue su naturaleza, no un código moral. Eso significa que pueden amar apasionadamente, pero no amar voluntariamente.
Pueden ser leales, pero no pueden apreciar la belleza, la verdad o la bondad. Simplemente viviendo y siendo perro, le dan gloria a Dios. Pero no pueden adorar a Dios directamente. Así es, lectores de Aleteia, el Pastor Alemán realmente no amaba al Niño Jesús y el perro del monasterio realmente no reza antes de las comidas.
Cuando entiendes cómo los perros te aman, es más fácil ver cómo debes amar a los perros.
Cada vez más estamos haciendo más por los perros de lo que deberíamos, gastando demasiado en ellos cuando viven, y dejando que sus muertes nos afecten demasiado cuando mueren. (Mi pena por la muerte de mi propio perro me tomó por sorpresa. Tuve que detenerme en el camino a casa desde el veterinario para llorar. El dolor es real. Pero, en última instancia, la muerte humana es una tragedia que siempre es mayor en especie, no solo en grado).
Incluso los sitios web de cuidado de perros dicen que estamos yendo demasiado lejos, haciendo que la vida sea confusa para nuestras mascotas, cuando terminamos relaciones porque el perro las desaprueba, colocando perros en carritos de bebés, organizando fiestas para nuestros perros y tratándolos como si fueran nuestros hijos.
Algunas empresas se están aprovechando de esto con costosos servicios de aseo, armarios para perros y funerales para perros.
Debemos tratar con bondad a los animales, dice el Catecismo (No. 2416), pero también es legítimo usarlos para nuestras necesidades de una manera que sería inapropiada para las personas (No. 2417).
Entonces, admira a su perro por su lealtad, respeta su obediencia y disfruta de su compañía.