Un empresario italiano no dudó ni un minuto en ofrecer un puesto de trabajo a la esposa de su trabajador fallecido durante la pandemia
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Todavía hay personas que hacen bien en silencio, que no pretenden aparecer en los periódicos o ni en la televisión. En esta pandemia murió mucha gente, incluso personas relativamente jóvenes y activas laboralmente. Su fallecimiento a privado a sus familias, no solo de su presencia afectiva sino también de su apoyo y sustento económico.
Entre ellos está un mecánico de 54 años que el 25 de marzo falleció de coronavirus. Se llamaba Erminio Misiani y dejó una esposa, Michela Arlati, y tres hijos de 20, 16 y 14 años. Michela en esos días de luto recibió muchos gestos de solidaridad por parte de sus vecinos de Bellusco, un pueblo cercano a Milán. Emocionada Michela comentó:
No existen palabras para agradecer a toda la comunidad por todo el bien que nos ha dado. Espero que todas las demás familias que se han encontrado en nuestra situación hayan recibido lo que hemos recibido nosotros. (Il Messaggero)
Un trabajo
El mayor gesto de humanidad pasó desparecido dada la discreción de los protagonistas y el bullicio de las noticias de los muchos fallecidos a causa de la COVID-19. Michela, a pesar del dolor, informó enseguida del fallecimiento de su marido a la empresa en la que llevaba trabajando desde los años 80, la Lei Tsu.
A la mañana siguiente fue contactada por Benedetto que, junto a sus hermanos Cecilia y Pietro Terragni, dirige el negocio. Quería comentarle que si ella accedía ellos estarían felices de que trabajara en la empresa. Una decisión tomada por toda la familia, también por el padre de Benedetto, Marco fundador de la empresa que sigue todavía de cerca la actividad de la compañía que construyó.
Nos pareció algo normal – cuenta Pietro -. Creo que cualquiera en una situación tan extraordinaria como esta habría hecho lo mismo. Bellusco es una pequeña realidad, nos conocemos entre todos y nos ayudamos los unos a los otros… Conocíamos a la esposa de Erminia y no dudamos ni un instante. Formalizamos el contrato y en las próximas semanas empezará a trabajar. (Merateonline)
Simón de Cirene
Esta decisión permitirá a esta viuda, rota de dolor por la repentina perdida del marido, mirar su futuro y el de sus hijos con mayor esperanza y serenidad.
Es difícil para nosotros expresar bien nuestro agradecimiento a toda la comunidad : a nuestros familiares, nuestros amigos, a la administración, a la policía local, a todos los ciudadanos -comenta Michela.- El dolor por la pérdida de Erminio es enorme, pero es una cruz que logramos cargar gracias a la ayuda de tantos “Simón de Cirene“. Desde los primeros días, hemos recibido el afecto y la ayuda por parte de muchísimas personas. No sabemos siquiera si nos merecemos todo esto. (Il Messaggero)
Y así, el primero de junio Michela entrará en Lei Tsu, con una emoción imaginable, dará sus primeros pasos en los lugares donde la huella terrenal de su Erminio todavía está presente y viva.