El Consejo de Estado de Turquía le revoca su condición de museo. ¿Qué será lo siguiente?
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Turquia ha revocado la condición de museo de la antigua Basílica de Santa Sofía. Con esta decisión del Consejo de Estado de Turquía se abre, cada vez más, la puerta a una posible reconversión en mezquita como llevan pidiendo desde hace muchos años el movimiento islamista turco y el presidente Recep Tayyip Erdogan.
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“Hay que romper las cadenas y volver a abrir Santa Sofía”, coreaban los manifestantes frente a la explanada de la antigua basílica ortodoxa de Santa Sofía. El edificio ortodoxo fue transformado en mezquita durante la toma de la ciudad en 1453 y más tarde, en 1934, Atatürk decidió hacer de él un museo. La petición de volver a transformar el edificio en lugar de culto musulmán es recurrente entre los círculos nacionalistas turcos.
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Cerca de un millón de personas asistieron, en transporte gratuito por autobús o ferri, a la celebración con “la mayor escenografía del mundo”, según afirman los organizadores. Han recibido el apoyo del ejército del aire turco, de cinco helicópteros, de una fragata e incluso de un submarino, para reconstruir la proeza de Mehmet II “el Conquistador”, que capturó la ciudad.
El presidente Erdogan, claro está, cierra la representación. Según sus palabras: “No inclinamos la cabeza ante nadie, excepto Dios. Desde aquí saludo a todos los pueblos afectados, de Damasco a Trípoli. De Sarajevo a Turkmenistán”. Los nombres de los territorios que cita no son triviales: son los lugares que anteriormente pertenecieron al Imperio Otomano.
El “sultán” Erdogan
Desde la llegada al poder del AKP, el Partido de la Justicia y el Desarrollo de Recep Tayyip Erdogan, las autoridades turcas han utilizado el pasado imperial otomano, aunque con ello incluyan las páginas más sangrientas.
No encontraron inconveniente, por ejemplo, en bautizar el tercer puente en construcción sobre el Bósforo con el nombre de Selim I, un sultán del siglo XVI conocido por haber provocado la masacre de 40.000 alevíes, una minoría musulmana liberal.
Los miembros de AKP son sospechosos de querer poner fin a la ideología kemalista turca, es decir, a la tradición de Estado laico iniciada por Atatürk.
La pescadilla y su cola
Si consideramos la reconversión de la basílica de Santa Sofía en mezquita como inscrita en la línea de la política neo-otomana del Gobierno de Erdogan, entonces nada le impide dar el paso.
La transformación de la “mezquita de Santa Sofía” en museo en 1934 fue para Atatürk un medio de apaciguar las tensiones con las minorías cristianas y de mostrar al mundo la imagen de una Turquía más moderna y abierta. Se trata de un monumento simbólico, mundialmente conocido, por lo que una vuelta a lo anterior supondría una catástrofe diplomática para Erdogan.
Otras iglesias museo
El caso de la iglesia de Santa Sofía de Trebisonda, muy similar al de Santa Sofía de Constantinopla, da una idea sobre las fuerzas presentes en Turquía. Esta iglesia, transformada en mezquita durante la conquista turca, también pasó a ser un museo en 1964 para calmar las tensiones con las minorías cristianas.
Luego, el 5 de julio de 2013, los integristas islámicos ganaron un proceso por el que se les permitía transformar de nuevo la iglesia en mezquita, ocultando bajo papel pintado los frescos cristianos. En última instancia, la Unión de arquitectos de Trebisonda inició un nuevo proceso y logró, en noviembre de 2013, que el edificio recuperara sus funciones como museo.