La pequeña población de Ars-sur-Formans, en Francia, es foco de peregrinos que siguen las huellas de este gran confesor. De él se conserva la reliquia de su corazón incorrupto. Ars-sur-Formans es una pequeña localidad de Francia, situada a unos 30 kilómetros de Lyon. A finales del siglo XVIII era eminentemente agrícola y no superaba los 400 habitantes. En ese ambiente desarrolló su labor como párroco san Juan Bautista María Vianney, que sería conocido como el Cura de Ars.
El santo Cura de Ars es el patrono de los sacerdotes de todo el mundo. Su vida es modelo para los párrocos y de él especialmente queda su ejemplo de vida de oración, de penitencia y de entrega en la administración del Sacramento de la Penitencia.
Largas colas para confesarse con el Cura de Ars
El Cura de Ars pasó más de 10 horas diarias en el confesionario durante cuatro décadas y llegó a atender a miles de peregrinos. Estos hacían cola para recibir el sacramento del Perdón, llegaban a dormir en el pueblo para esperar su turno, y viajaban desde lugares lejanos.
La fama del Cura de Ars crecía por momentos y era conocido tanto por el acierto de sus consejos como por su capacidad de acertar en lo que necesitaba cada persona, incluso -en algunos casos- antes de que el penitente le contara lo que llevaba en el corazón. Es lo que se llama “don de escrutar los corazones”.
Todo esto sucedía en una Francia que acababa de experimentar la Revolución, entre 1789 y 1799, y que aparentemente vivía un anticlericalismo exacerbado. El celo por las almas del Cura de Ars nunca lo frenó.
Su santidad (y sus sorprendentes experiencias con el diablo que quería apartarlo de una fecundísima labor sacerdotal) han hecho que Ars sea lugar de peregrinación. Hoy la localidad tiene 1.438 habitantes, según el censo de 2017.
Basílica y casa del Cura
El viajero puede visitar la iglesia de san Sixto, del siglo XII, que san Juan Bautista María Vianney hizo reformar, así como la Basílica, que construyó el arquitecto Pierre Marie Bossan en el siglo XIX.
En el transepto del templo se encuentra la sepultura del santo, en una urna de cristal.
Capilla del corazón
Ars dispone de una reliquia del santo muy particular: su corazón incorrupto, que desde el año 2009 también viaja en peregrinación por el mundo. Entre noviembre de 2018 y mayo de 2019 estuvo en Estados Unidos, custodiada por los Caballeros de Colón.
Esta iniciativa se lleva a cabo con tres objetivos: rezar por los sacerdotes de todo el mundo, rezar por las vocaciones sacerdotales y despertar en cada persona la llamada a la santidad.
Puede leerse la siguiente inscripción en la pared de la capilla:
Santo Cura de Ars, proteged al Jefe de la Iglesia y a todos los curas del universo.
Ars conserva también la casa del Santo Cura de Ars, donde uno puede ver la cocina y el dormitorio. Ahí se encuentra la cama y uno puede hacerse la idea de los tormentos a que el diablo sometía a san Juan Bautista María Vianney en la noche, que solo sirvieron para que el santo mostrara su fe, su esperanza y su amor a Dios y le reafirmaran en su entrega total al Señor en el sacerdocio.
La Basílica está disponible para los peregrinos y los sacerdotes que deseen celebrar misa allí. Asimismo es una excelente ocasión para recibir el sacramento de la Penitencia y siempre hay confesores disponibles. Con todo, debido a la pandemia, es preferible consultar la web del santuario y llamar por teléfono antes de organizar un viaje a Ars.
El santuario dispone de centro de atención a los peregrinos, librería y tienda, y puede verse un documental de 52 minutos sobre la vida del santo.
Monumento del Encuentro
Cerca de la Basílica de Ars está el Monumento del Encuentro (Monument du Rencontre). Alí hay una escultura del santo con un niño. Recuerda un especial momento en la vida de San Juan Bautista María Vianney.
La anécdota es histórica:
Cuando fue destinado como párroco a Ars en 1818, iba andando al pueblo y no sabía muy bien qué ruta debía tomar. Encontró a un niño campesino y le preguntó por dónde debía dirigirse a Ars. El niño le ayudó y el sacerdote le contestó: “Tú me has mostrado el camino a Ars, yo te mostraré el camino al cielo”.
A medio kilómetro hay un Museo de Cera que ilustra con figuras el ambiente de la época en que vivió el Cura de Ars.
Los viajeros pueden continuar el viaje hasta el santuario de san Pedro Chanel, que se encuentra a 45 kilómetros. También es bello el Parc des Oiseaux, un parque ornitológico a 25 kilómetros de Ars, que permite el contacto con la naturaleza y la observación de las aves.
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