Mireia Lasheras, profesora del IESE, afirma que los jefes deben aprender a ser líderes sin tener físicamente siempre al lado a sus trabajadores
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“El teletrabajo ha mejorado su status con la pandemia y ahora está mucho mejor considerado. Sin duda ha llegado con el confinamiento para quedarse”. Es una de las conclusiones a las que ha llegado la investigadora Mireia Lasheras, profesora del IESE y experta en teletrabajo y conciliación.
Ella es la directora del reciente informe sobre teletrabajo en los días de confinamiento.
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Como consecuencia de ello, la fórmula ideal de trabajo que propone Lasheras es “un 60% de trabajo presencial con el equipo y otro 40% de teletrabajo”. Así lo ha afirmado en una entrevista al diario La Vanguardia.
¿Qué hace que no sea positivo hacer teletrabajo al cien por cien? En opinión de esta experta, la propia condición humana requiere una cierta proximidad física entre las personas que trabajan.
Ventajas y limitaciones
“El teletrabajo -afirma- sirve para la física de lo previsto pero no para la química de innovar y crear juntos. Es física que solo sirve cuando ya hemos decidido cara a cara, con química personal, qué camino tomar juntos”.
“El teletrabajo por sí solo no sirve a ciertos niveles de implicación”, explica Lasheras.
El teletrabajo tiene sus limitaciones
“El teletrabajo es como los coches sin conductor: solo sirven en una autopista previsible; pero no cuando se produce un incidente insólito. Son buenos para la larga distancia pero no para conducir por ciudad”, asegura.
Los jefes descubrirán la auténtica forma de mandar
En cuanto a la forma de actuar de los jefes, hasta ahora el liderazgo se basaba (Lasheras se refiere a España) en el “ordeno y mando” presencial “y ahora ya no puedo tirar de eso”.
¿Creamos valor en la oficina o fuera?
“Hemos de ir aprendiendo -explica- que la presencia es un medio para crear valor para la empresa; pero es posible que tú crees más valor precisamente cuando no estás en la oficina. Hay que cambiar el cálculo de horas de presencia por el cumplimiento de objetivos: estés donde estés”.
En el caso de una reunión puntual, Mireia Lasheras afirma que la relación por pantalla nos ayudaría a “focalizarnos en lo que hacemos, pero eso también puede ser una limitación. Si en vez de un día necesitáramos una complicidad a largo plazo, un equipo de investigación, por ejemplo, sería necesario vernos. Y a menudo”.
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