Una niña de 10 años violada por su tío y una decisión de eliminar una vida de unos tres meses de gestación, compleja situación que estremece a todos en el gigante sudamericano
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Cuando en los últimos días y meses toda información procedente de Brasil tenía que ver con coronavirus (el país más afectado de América Latina con más de 100.000 fallecidos), hubo un suceso que acaparó atención de la opinión pública -congelado por un momento el tema pandemia- por la magnitud y el gran drama de fondo.
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Se trata de lo acontecido con una niña de 10 años en Espíritu Santo (estado del sureste). Según informaron estos días medios locales y agencias, todo empezó a “salir a la luz” cuando en los primeros días de agosto la menor acudió a un hospital con fuertes dolores abdominales, tras lo cual, gracias a los análisis, se confirmó que estaba embarazada de cerca de tres meses.
En el medio de esa revelación la niña también contó que había sido víctima de recurrentes violaciones por parte de su tío desde que tenía seis años de edad, siendo un hombre que incluso recurría a la amenaza como mecanismo de defensa y encubrimiento.
Una vez conocida la noticia, y tras expresar que no quería continuar con el embarazo, comenzó todo un proceso de idas y vueltas legales que finalizó con la autorización de parte de la Justicia de Brasil para que se llevara adelante el aborto.
El procedimiento, que ocurrió el domingo 16 de agosto, había sido rechazado en primera instancia por médicos en la ciudad de Vitória -por motivos de conciencia y por la edad gestacional de más de 22 semanas- por lo cual la menor fue derivada a otro hospital ubicado en el Estado de Pernambuco.
El hombre sospechoso de violar y embarazar a esta niña de 10 años finalmente fue detenido en la madrugada de este martes 18 de agosto en la región metropolitana de Belo Horizonte (Minas Gerais), se informó desde Espíritu Santo, reproduce Folha de Sao Paulo.
Todo lo acontecido ha generado un arduo debate con respecto al tema del aborto en Brasil –permitido en algunas circunstancias entre las que se encuentra la violación- con intensas manifestaciones a favor y en contra en la propia puerta del hospital.
Pero lo que sucedió refleja –en todos los casos e interpretaciones- solo dolor, drama. Por un lado, todo lo que implica la violación, máxime cuando la víctima es tan pequeña. Por otro lado, la decisión quitarle la vida a un inocente. Una vez más, como telón de fondo ante tanto “grito exterior” (que muchas veces -cuando se realiza a través de determinados métodos de presión- lo único que hace es acrecentar el rechazo, repudio y división entre las partes encontradas), la necesidad profunda de una mirada calma de misericordia que contemple todo.
“Dos crímenes atroces contra niños”
En las últimas horas, quien se pronunció al respecto fue el propio arzobispo de Belo Horizonte (MG) y presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Walmor Oliveira de Azevedo, a través de un mensaje publicado en el sitio web de los obispos de ese país.
En el mismo, sin eludir a todo lo vinculado a la defensa de la vida, también se deja de manifiesto el drama de la niña de 10 años y se expresa un pedido a Dios de consuelo para todos los involucrados en esta compleja situación que involucra “dos crímenes atroces”.
Pero también ha sido enfático con respecto a la decisión final:
“La violencia sexual es terrible, pero la violencia del aborto no se explica, dados todos los recursos existentes y puestos a disposición para garantizar la vida de los dos niños. Las omisiones, el silencio y las voces que se alzan a favor de tal violencia exigen una profunda reflexión sobre el concepto de ser humano”, expresó.
También se pronunció el obispo de Rio Grande (RS) y presidente de la Comisión Episcopal Pastoral por la Vida y la Familia de la CNBB, Ricardo Hoepers, quien también cuestionó la decisión del aborto como solución.
“¿Por qué no se le permitió vivir a este bebé? ¿Qué error cometió? ¿Cual fue tu crimen? ¿Por qué una condena tan rápida, sin un proceso justo e ilegal? ¿Por qué el desprecio por tantas otras posibilidades de posibles soluciones a favor de la vida? Muchos estuvieron involucrados, pero el silencio y la omisión de los órganos institucionales que tienen la prerrogativa de defender la vida, se entregaron a las maniobras de quienes defienden la muerte de inocentes. ¿Por qué?
Es una historia que necesita ser aclarada. Es un proceso que debe desentrañarse. Dos niños que podían vivir … tenían un informe técnico a favor de la vida, tenían apoyo profesional a favor de la vida, tenían un hospital dispuesto a atender hasta el final del embarazo, tenían todas las condiciones para salvar ambas vidas, pero, de repente, un traslado, de un estado a otro, y toda una movilización para que se realice el aborto. En manos de la tutela de esta chica, ¿quién decidió todo por ella?
¿Por qué la obsesión por presentar una única salida? ¿Por qué eludir las leyes para lograr este objetivo de utilizar a un niño para un intento de asesinato?”, señala en algunos pasajes de su carta.
Pero una vez más la necesidad de defender en todo momento y lugar a los vulnerables (tanto a menores como no nacidos). Pues se trata de un país donde la violación se ha convertido en un auténtico drama social donde los abortos que involucran a niños siguen creciendo. Así lo revelan algunas cifras difundidas por medios como BBC Mundo que dan cuenta de al menos seis admisiones diarias para aplicar este procedimiento en menores entre 10 y 14 años que quedaron embarazadas.
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