Una región en América Latina que también está siendo afectada por la acción del hombre
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Es un sitio muy vinculado a Brasil (Mato Grosso), pero también abarca parte de Bolivia y Paraguay. El Pantanal o Gran Pantanal es sinónimo de humedal, considerado el más grande del mundo, pero también de biodiversidad y maravilla de la Creación.
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Refugio de emblemáticas especies de animales como las guacamayas azules o los jaguares, este “paraíso ecológico” contiene miles de plantas, insectos y otros animales que llenan de admiración a cualquier amante de la “casa común” (Laudato Sí).
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Ver más imágenes aquí (Instagram Pantanal Oficial)
Pero el Pantanal volvió a ser noticia, no precisamente por su belleza y magnanimidad, sino por una de sus principales amenazas: el avance en 2020 de incendios que –tal cual indica un informe publicado por DW– “ya han consumado más de 17.000 kilómetros cuadrados de bosque”, lo que equivale a “más del 10% del área total” del famoso humedal.
La situación es preocupante, y al igual que lo acontecido con la Amazonía, genera alarma a nivel internacional ya no solo por las especies amenazadas, sino porque una vez más la acción del hombre se transforma en uno de los pilares de tanta devastación.
“Históricamente, la movilización de organismos oficiales para combatir el fuego comienza en julio. Pero este año hemos estado combatiendo desde febrero, tratando de evitar que las llamas lleguen a áreas protegidas e incluso escuelas”, expresó a ese medio Angelo Rabelo, quien implementó en la década de 1980 la Policía Ambiental de Corumbá, Mato Grosso do Sul, y fundó el Instituto Homem Pantaneiro.
La situación extendida de sequía favorece a la propagación del fuego, que según monitoreos, en más del 90% de los casos tienen que ver con la mano del hombre.
“Ya todo está muy quemado y el fuego aún no ha terminado. Estamos esperando que llegue una gran lluvia”, dijo a DW Neiva Guedes, investigadora y presidenta del Instituto Arara Azul, en Campo Grande, Mato Grosso do Sul.
Detrás de todo esto también influyen la deforestación, el uso cada vez más frecuente de tierras dedicadas a la ganadería y la agricultura, además de la propia destrucción de la Amazonía, siendo un área ávida de mayor “custodia”, palabra en sintonía con el recurrente mensaje del papa Francisco a la hora de la defensa del medio ambiente.
Por otra parte, si bien también se ha dado la movilización de parte del gobierno de Brasil para la contención de estos incendios, tal cual indica un reciente video subido a redes por el propio ministro de ambiente, Ricardo Salles, la situación está lejos del alivio.
Segue nossa atenção e apoio total ao Pantanal, no MT e MS que estão sofrendo com as fortes queimadas. Amanha cedo me desloco para acompanhar pessoalmente as ações das brigadas, aviões e helicópteros do IBAMA e ICMBIO. pic.twitter.com/2A8yIbQ40w
— Ricardo Salles (@rsallesmma) August 17, 2020
Unesco también expresa preocupación
Desde el propio organismo (UNESCO) que lo ha declarado al Pantanal Patrimonio de la Humanidad y Biósfera, se ha lanzado un clamor debido a que las llamas han llegado a áreas de conservación.
“Es importante hacer todo lo que sea humanamente posible para superar este flagelo que amenaza la biodiversidad de lo que también es el humedal más grande del planeta”, se señala en una nota publicada en Pantanal Oficial acerca de un mensaje que contó con el saludo a quienes combaten el fuego de parte del director del Centro del Patrimonio Mundial, Mechtild Rössler, y el secretario del Programa El Hombre y la Biosfera, Miguel Clüsener-Godt.
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