Aparecerá el libre albedrío, la posibilidad de ser dueños de nuestros actos por las decisiones que tomamos
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Como si metiera en una coctelera algunos de sus anteriores trabajos y agitara (pero no mezclara) tres partes de Origen (Inception, 2010), una de Memento (2000) y otra de Interestelar (Interstellar, 2014) el resultado podría ser muy bien lo que nos ofrece este año el director británico Christoper Nolan tras varios retrasos en la fecha de estreno debido a la COVID-19.
El propio trailer y la información que se nos ofrece indican que algún elemento relacionado con el tiempo es relevante en esta película, algo que no debe extrañar a quien siga la carrera de Nolan puesto que desde su segunda película (y primer gran éxito), Memento hasta su anterior cinta (Dunkerque, 2017) y la que para muchos es su obra magna, Interestelar, el tiempo ha sido una de sus grandes obsesiones: su transcurso, su percepción y sus efectos.
Tampoco se dejen epatar por este truco, este gimmick, este Macguffin relacionado con la linealidad del tiempo: no es más que un artificio para construir a su alrededor una compleja trama en la que el mundo peligra y debe salvarlo un agente secreto con una capacidad e inteligencia extraordinarias, recorriendo medio planeta elegantemente vestido, codeándose con sofisticados personajes en elegantes escenarios, sonsacando con ingenio (o a guantazo limpio) información sensible en torno al villano de la función, un multimillonario oligarca de turbulento pasado y turbias maneras presentes.
La reversión o inversión temporal opera aquí como podría ser una bomba nuclear, una lista de nombres de espías y agentes infiltrados en potencias extranjeras o virus capaz de provocar una pandemia (qué imaginación tienen los guionistas, ¿verdad?). Es un elemento importante para que la trama se ponga en marcha y avance pero el espectador no necesita entender cómo funciona una bomba atómica para disfrutar de la misión en la que se evita que caiga en malas manos.
El protagonista, encarnado por un muy solvente John David Washington, intenta ganarse primero la enemistad y después la confianza del villano de turno, un sobresaliente Kenneth Brannagh, buscando eliminarlo de la ecuación (o del logaritmo… cuando vean la película lo entenderán) y siguiendo un patrón casi milimétrico de lo que hemos visto en el cine tantas veces en manos de un agente al servicio secreto de Su Majestad dotado de licencia para matar.
Desde el aliado que mezcla los bondianos Q y Felix Leiter al que interpreta un sorprendentemente adecuado Robert Pattinson, hasta la lánguida damisela en apuros (una Elizabeth Debicki elegante y sofisticada) pasando, como hemos apuntado, por el intrincado plan y los lujosos escenarios, mucho en Tenet nos recuerda a un film de 007, como ya se intuía en Origen, especialmente en el tramo final del asalto a aquella fortaleza helada plenamente bondiano.
En la parte fotográfica destacar que Hoyte van Hoytema (con quien ha trabajado Nolan en Interestelar y Dunkerque, en detrimento de Wally Pfister, director de fotografía de 7 de sus 11 films) resulta en esta ocasión correcto sin alardear de virtuosismo, quizá porque la particular concepción del transcurso del tiempo en la película aconsejan no extremar la pirotecnia visual para no marear al espectador.
En cuanto a la banda sonora nos perdemos por una vez a Hans Zimmer (colaboró con Nolan en 6 de sus 11 películas) en beneficio de Ludwig Göranssen, que subraya los momentos álgidos de la trama, vibrantes persecuciones y peleas, momentos de tensión pura y contenida, reflexiones y pistas que ofrecen los personajes al espectador con sus diálogos, a veces incluso capaces de aclarar bastante la posible confusión teórico-física y filosófico-teológica.
Y es que, como consecuencia de la peculiar concepción de linealidad del tiempo, aparece en algún momento de la trama esa preciada joya de que disponemos los seres humanos: el libre albedrío, la posibilidad de ser dueños de nuestros actos por las decisiones que tomamos y la no sujeción a un destino fatalista y predeterminado del que no podemos huir.
FICHA TÉCNICA
Título original: Tenet
País: Reino Unido
Año: 2020
Duración: 150
Director: Christopher Nolan
Guión: Christopher Nolan
Música: Ludwig Göranssen
Fotografía: Hoyte van Hoytema
Intérpretes: John David Washington, Robert Pattinson, Kenneth Branagh, Elizabeth Debicki
Calificación por edades: No recomendada a menores de 12 años