¿Qué hay qué hay detrás de los nuevos músicos cristianos, en lo vocacional y en lo profesional?
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En cada artista se trasluce su terruño de origen, pero también una generación. En toda América, y ya hemos repasado en Aleteia algunos de ellos, una generación de jóvenes artistas están acompañando con su canto a cientos de miles de jóvenes.
No es exagerado decirlo: basta con ver en los canales de Youtube las reproducciones de sus canciones, y en los comentarios, la internacionalidad, pero particularmente la juventud de quienes los escuchan.
No han creado redes sociales aparte, no han desarrollado un “Youtube cristiano”, pero logran en la nube sin fin de contenidos hacerse escuchar. Lo hacen en base a productos de óptima calidad sonora y audiovisual, y también con una permanente colaboración entre sí. Se apoyan, se elogian, y al hacerlo, marcan un camino. No necesitan un foro internacional presencial para mostrarle a los jóvenes de su generación que juntos, con fronteras que nos hermanan y no que nos dividen, cantamos mejor.
Para entender qué hay detrás de estos músicos, en lo vocacional y en lo profesional, conversamos en esta ocasión a uno de los referentes argentinos de esta generación de artistas, Maxi Larghi.
¿Si hubiese que contarle al mundo quién es Maxi Larghi en dos canciones suyas con cuál elegirías presentarte y por qué?
Creo que hoy elegiría “Mi 100%” y “Como lo hizo Maria”. Elegiría Mi 100%, no tanto como una descripción de lo que soy, sino de lo que quiero ser, ese es mi mayor deseo: ser todo de Cristo, soy consciente de que en sus manos todo florece, todo crece, todo se sana.
Me gusta decir la siguiente frase -especialmente cuando le hablo a Jóvenes que están dando sus primeros pasos en la fe-: “Depositar nuestra vida en Cristo, es la mejor inversión que podemos hacer”. Me alegra pensar que al menos mientras canto esta canción, todo lo que soy, lo que tengo, lo que anhelo, lo que espero, mis seres queridos, mi cuerpo y mi alma, todo, mi 100%, entra en sus manos, a donde realmente pertenecen.
Y por qué “¿Como lo hizo María?”
“Como lo hizo María” porque es María el mayor modelo de cómo hay que cantarle y más que cantar, alabar y adorar a Dios con nuestra vida y nuestro canto.
Me gusta pensar que Jesús desde el vientre de su madre oyó el canto de su mamá, la primera melodía que debe haber escuchado ha de haber sido la voz de María, el primer ritmo, los latidos del corazón de la virgen, y cuando nació: ¡cuántas veces María le habrá cantado para hacerlo dormir, para hacerlo reír, para hacerlo aprender a hablar, a mover sus manitos! pero además, como toda mamá judía debe haber cantado mucho con y para su hijo.
Pienso que estamos llamados como pueblo de Dios a Alabar con cantos al Señor como lo hizo María en el Magnificat, ella es el gran modelo, pero además, no solo como ella, sino además: Con ella. María en el barco de la salvación está al frente liderando la canción para darle gloria a Dios, ella es la primera en alabar a Cristo con su voz y su vida y nosotros como los pollitos debemos seguir a nuestra Mamá.
Y esto también nos invita a algo más: no sólo cantar “como ella” y “con ella”, sino además a “cantar desde ella”, nos invita a subirnos a su regazo, y desde ese lugar sagrado de hijos, donde muchas veces Jesus durmió, entonar melodías para Nuestro Señor. Quiero cantarle a Dios, como María, con María y desde María.
Sos de una tierra privilegiada en la Argentina, tierra de santos. Tanto a nivel espiritual como musical, al menos uno, intuyo esa vinculación a tu terruño. En ese sentido y en esa linea de hablar de la Iglesia en Córdoba, ¿quién es Brochero para vos, y que significó Brochero para tu carrera musical?
Uf! realmente el Cura Brochero es parte fundamental de mi camino, suelo alardear y decir que soy un poco el resultado de su evangelización, para que la gente piense que soy mas bueno jaja, pero es que los frutos de su obra han sido y siguen siendo abundantes, realmente puedo fácilmente reconstruir, como si fuera un árbol genealógico, el traspaso de generación en generación de este tesoro que nos llevó el Santo José Gabriel a Traslasierra hace ya mas de 200 años.
Pero además de las cosas que más me deslumbran del Padre Brochero es, como dice su oración: “su celo misionero y su predicación evangélica”.
Ver en él un sembrador que sale hacia la periferia, abraza la humanidad de los olvidados, excluidos e incluso los pecadores y perseguidos.
Animándose a renovar la forma de expresión para transmitir al transerrano del 1800 el mensaje evangélico en su inmutable significado. Esta actitud me lleva constantemente a preguntarme, ¿cuál es hoy la forma de expresión adecuada, acorde al dinamismo cultural, para transmitirle a los hombres urbanos del siglo 21 la sustancia que debe ser conservada tal cual nos enseñó el Maestro de Nazaret?
La cuarentena en gran parte de nuestros países, a muchos, nos acercó a la música, música y oración. ¿Cómo estás atravesando estos días de Pandemia? En lo personal y en lo profesional si es que podemos separar ambas… Porque realmente vos, y muchos otros artistas como vos, han estado muy activos animando y acompañando a la gente.
Han sido días raros, en general estoy muy bien y creo que he podido aprovechar este tiempo de oportunidad, aunque también, como todos, he tenido mis días buenos y no tan buenos. Ha sido muy fuerte experimentar la Misa por internet, creo que el Señor se ha derramado y lo está haciendo de una manera muy especial en todo este tiempo, todos nos dimos cuenta de que lo virtual también podía ser real.
En lo profesional han sido días muy intensos, de estar “conectado” mucho tiempo, providencialmente terminamos de grabar el último Álbum una semana antes que se dictara la cuarentena obligatoria en Buenos Aires, lo cual nos permitió lanzar una canción cada 15 días y llegar al último lanzamiento hace unas semanas con la canción “Te Necesito Señor” .
Muchas charlas y conciertos en vivo en las redes (aún se pueden observar muchas en mis redes). Ha sido una gran alegría para mi ver nuevos rostros, de agentes pastorales en las redes, rostros frescos y alegres, que sin duda han sido y siguen siendo una compañía y un puente en estos tiempos de “aislamiento”. Ya no caben dudas de que el mundo digital es un ámbito en donde también debe brillar la alegría del evangelio, y como todos dicen: esto llegó para quedarse.
Sos parte de una generación de jóvenes músicos cristianos latinoamericanos que están profesionalizando la música, tanto a nivel calidad de grabación como incluso lo audiovisual, con videos que en sí mismo son piezas que ayudan a la oración ¿Cómo vivís la relación con los otros artistas con los que compartís vocación?
Pienso que con los otros artistas nos sentimos verdaderamente hermanados en esta misión, en lo personal he tenido de sobra gestos de apoyo, aliento y compañía tanto de amigos que ya nos conocemos desde hace algunos años, como es el caso de Athenas o Pablo Martínez quienes me han invitado a participar de algunas producciones y también de referentes como por ejemplo el Padre Cristobal Fones quien además de invitarme a cantar con él dos canciones hermosas de su autoría, me ha regalado su consejo y ejemplo, que valen más que el oro para mi.
Creo que hay una verdadera comunión con los otros músicos y cantantes católicos, nos alegramos con la alegría del otro y también compartimos los dolores que muchas veces vienen implícitos en este camino.
Hay un sentir generalizado de ser conscientes de que esto en esencia es un apostolado, que debemos tomarlo con seriedad y responsabilidad, que toda música de Dios se nutre del silencio de la oración, de la vida sacramental y del encuentro con el prójimo.
Por otra parte, se hace vital seguir trabajando no solo por el desarrollo de los que hoy está, sino principalmente pienso que es nuestra responsabilidad también acompañar y velar por el desarrollo de los que vienen.
Soy un convencido de que la Iglesia en este aspecto es un gigante dormido que se está despertando y veremos grandes maravillas de Dios referidos a esto. Pero como todas las cosas del Señor también habrá ataques del enemigo.
Por eso pienso que es muy importante enfocarnos no solo en ser buenos músicos o hacer “buenas producciones”, principalmente creo que Dios nos pide ser “Verdaderos adoradores en espíritu y en Verdad” y es lo que veo en muchos de mis hermanos, como los que ya nombre o como en el caso de Kairy Marquez o Jon Carlo en EEUU, Martin Valverde o el grupo Emanuel en México, Jesús Cabello y Paola Pablo en España o Ana Bolívar, Alfareros, Siervas, Carlos Seoane, Daniel Poli, Ariel Glaser, Uriel Arcodaci y Vero Sanfilipo, entre otros.
¿Y los videos? Te Necesito, por ejemplo, es emocionante en lo musical y en lo audiovisual
Cuando hacemos los videos buscamos esto mismo que comentaba, por un lado, obtener la mayor calidad en lo técnico: entiendo que la “estética audiovisual” es un “idioma”, y quiero hacer todo el esfuerzo posible para hablar el idioma de esa persona que aún no se encontró con Jesucristo y que de repente un día navegando por youtube, por Tic-toc o por Instagram se encuentra con un video, o que le llega una canción por whatsapp y al escucharla descubre que no es tan diferente (en la estética audiovisual) de lo que está acostumbrado a escuchar, pero al entrar en la canción, en el mensaje, descubre la verdadera Belleza descubre la novedad de la buena noticia, esto es: Descubre a Dios.
Entonces no solo hablamos de un “idioma” sino mucho más: hablamos de un “canal para que el Espíritu Santo” obre, por eso es fundamental que la grabación de un video sea en esencia una acción espiritual, queremos orar, antes, durante y después de que las cámaras se encienden.
Además hemos optado, por no hacer “meros montajes” a la hora de grabar el video. Queremos transmitir una experiencia, ya sea de un momento de alabanza, de una Misa, de la vida cotidiana etc.
Te diría que en este punto, una vez que hemos discernido en comunidad, pedido autorización y consejo pastoral a la autoridad eclesial pertinente, lo que queda es que entre todos los likes o vistas que obtenga el video este nada menos que el “me gusta” de Jesucristo, al fin y al cabo esto es lo más importante, y a donde apuntan nuestros sueños.
Busco que los videos no solo sean una herramienta de evangelización, anhelo desde lo más profundo, que sean una verdadera ofrenda de alabanza agradable a los ojos de Dios.
Entiendo que además de componer y cantar música que particularmente llega a los más jóvenes te toca trabajar con el camino de fe de jóvenes… ¿Cómo te nutrís de sus experiencias, ¿cómo aparecen ellos en tus canciones?
Sin duda que de los regalos más lindos que Dios me ha dado desde que me dedico a esto es trabajar con y para Jóvenes, esta actividad se ha vuelto muchas veces en una de las mejores ventanas al mundo, una brújula que me recuerda a donde debo ir, incluso muchas veces es el lugar en donde recargo mis pilas (también es el mismo lugar en dónde muchas veces se agotan jaja).
Actualmente soy catequista en dos colegios; en el Río de la Plata en Capital y en el Instituto María Inmaculada en Gral. Villegas, pero ya hace más de 10 años que me dedico a la educación y evangelización en Colegios. Me encanta, me divierte, me llena de alegría y son muchísimas las veces en que siento que Dios me educa, me abraza y hasta me corrige a través de ellos.
Mentiría si no dijera que muchas veces también cansa, o incluso, como dice la oración, “aplasta la desproporción del mandato de la misión frente a nuestras fuerzas”. Pero hasta ahora han sido muy pocos los días malos y muchísimos los días maravillosos.
¿Te dejó alguna huella en especial el Sínodo sobre los Jóvenes?
Algo que me encanta del Sínodo sobre los Jóvenes es que no ha mostrado que “los jóvenes buscan sentirse parte activa de la Iglesia, sujetos y no meros objetos de evangelización”.
En estos años de trabajar con ellos, he visto claramente que la evangelización más eficaz es la de joven a joven, y aclaro que yo para un centennials, soy un adulto de la generación pasada, y esto no significa que no puedo hacer nada por ellos, al contrario, conozco grandes maestros de la catequesis en este sentido, que superan los 60 años, pero que conservan el entusiasmo de un niño y la sabiduría de un anciano, conectan con el corazón de los jóvenes y despiertan en ellos el deseo de ser Influencers positivos, líderes que lleven a sus pares por el buen camino y les muestren a Jesús como ese amigo fiel que nunca falla.
Escuché decir que para evangelizar a los jóvenes, hay que ser joven, o de lo contrario, hay que hablar como joven, vestirse como joven, soñar como joven, cantar como joven etc. No creo que esto sea una condición sine qua non, pero sí creo que el ardor, el método y la expresión son vitales para tender puentes intergeneracionales.
Y en relación a la música que hago, si bien nunca pienso en ellos a la hora de componer, o sea, no me siento con un lápiz y papel a pensar cómo hacer una canción que les llegue a un adolescente, tal vez este sea un defecto, pero siendo sincero mis composiciones suelen ser un proceso que generalmente se agota en la expresión de lo que voy viviendo en ese momento.
No obstante, a la hora de producir las canciones ya compuestas, esto es: a la hora de elegir “cómo quiero que suenen y cómo quiero que se vean”, claramente mis principales destinatarios y a quienes anhelo llegar son los jóvenes, a menudo antes de sacar una canción o un video, les hago escuchar o les muestro para ver que opinan y ver sus reacciones.
¿Qué huellas te gustaría dejar en la música cristiana, y en quienes te escuchan?
En mi vida a la hora de escribir y cantar hay dos grandes modelos: Principalmente nuestra madre María, como ya mencioné y por otro lado los salmos. En ambos casos hay muchísimas virtudes que quisiera imitar, pero hay una básica, que en mi humilde opinión es uno de los primeros escalones: me refiero a “la sinceridad”.
En el Magnificat María nos deja asomarnos a su humilde corazón, es ella siendo ella, vemos alegría, gozo, esperanza, amor y cuantas cosas más en ese corazón lleno de Gracia. Y en el libro de los salmos, dependiendo del salmo, uno puede contemplar la porción del camino de la vida que el salmista en ese momento va transitando.
A veces se siente exultante de gozo, otras dolido en la derrota, a veces en silencio saboreando la paz del Altísimo, a veces gritando en el medio de la batalla, a veces cantando con voz en cuello la alegría de la victoria y a veces susurrando el llanto del que se siente abandonado, con miedo y perseguido. Pero siempre tanto Maria como los salmistas son sinceros. Y es justamente esa sinceridad la que nos muestra la belleza del amor de Dios, que sobrepasa cualquier condición y entendimiento.
Eso es lo que anhelo: crecer en mi relación con el Señor, de tal forma que mi vida llegue algún día a reflejar su rostro en canciones sinceras, para que quienes las escuchen o las canten, experimenten que Dios nos ama a todos, siempre, sin condiciones y con nuestras manchas. Aclaró que para llegar a eso me queda muchísimo por andar, pero ahí vamos cantando y caminando.
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