Hay cinco motivos por los cuales los papas piden a todas las parroquias católicas de todo el mundo que dediquen la colecta del ofertorio de la misa del Viernes Santo (este año se ha atrasado a causa de la Covid-19) al apoyo de Tierra Santa.
La primera y más evidente labor de los cristianos en Tierra Santa, en particular de la Custodia de los Franciscanos fundada por san Francisco de Asís hace ocho siglos, consiste en custodiar los lugares en los que vivió Jesús.
Sin sus cristianos, y en particular sin sus franciscanos, lugares que hoy visitan los peregrinos y que se remontan a momentos importantes de la vida de Jesús, hubieran quedado enterrados a lo largo de la historia.
Hoy día la población cristiana constituye el 2% en el territorio de Israel. Su presencia y actividad es decisiva para que los santuarios sigan abriendo sus puertas.
No hay mayor riesgo para esos lugares, acariciados por Jesús, que convertirse en museos, piedras muertas. La presencia de los cristianos de Tierra Santa permite que esos santuarios sigan siendo testigos del Evangelio.
Cuando visitamos el Santo Sepulcro, Belén o Nazaret... encontramos a frailes franciscanos y otros sacerdotes que celebran los sacramentos, comunidades locales que ofrecen acogida…Ciertamente nos hablan de la historia del lugar, pero sobre todo nos transmiten con sus vida el mensaje que allí dejó Jesús.
Los Santos Lugares, gracias a sus cristianos, son piedras vivas y permiten que las peregrinaciones a Tierra Santa no sean simplemente un viaje turístico: pueden ser un encuentro con Jesús, con su mensaje, con su tierra, con su Iglesia.
En medio del conflicto entre israelíes y palestinos, que todavía no ha encontrado una solución pacífica, la pequeña minoría de los cristianos contribuye hoy a buscar caminos de entendimiento y paz.
Los pastores de las comunidades cristianas, y en particular los frailes de la Custodia de Tierra Santa, son testigos del mensaje de diálogo y fraternidad universal anunciado por San Francisco de Asís.
Los centros educativos cristianos de Tierra Santa se encuentran entre las instituciones de excelencia de la región. No están destinados sólo a los cristianos, sino que acogen a alumnos de otras religiones, en buena parte musulmanes.
Se trata de una labor fundamental para el futuro de esta región por dos motivos: estos centros educativos permiten a los cristianos quedarse en esta tierra y dar a sus hijos una buena educación; a los no cristianos les ponen en contacto desde la infancia con el mensaje de paz y con una excelencia académica tan necesarios para la región.
Por último, la presencia cristiana es fundamental para garantizar una asistencia humanitaria indispensable para la población.
Los hospitales, dispensarios, centros de acogida y ayuda… cristianos constituyen un gesto de caridad sin el cual muchas familias no podrían sobrevivir.
Estos motivos permiten comprender el llamamiento que hace, en el vídeo que acompaña este artículo, el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación vaticana para las Iglesias Orientales, al invitar a todos los cristianos, este domingo, a ofrecer “un gesto de solidaridad para ayudar a los Santos Lugares y a las necesidades de los hermanos de la tierra de Jesús”.