En un país con una mayoría negra podemos tener más obispos negros. ¿Por qué un sacerdote negro en Brasil no puede ser obispo? ¿O la elección está vinculada a la supremacía blanca?
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El papa Francisco respondió a una carta firmada por más de setenta obispos y sacerdotes de Brasil en la que denuncian discriminación racial en la nomina de obispos afrodescendientes por parte de las actuales jerarquías eclesiales y de la Nunciatura apostólica. “En un país con una mayoría negra podemos tener más obispos negros. ¿Por qué un sacerdote negro en Brasil no puede ser obispo? ¿O la elección está vinculada a la supremacía blanca?”, preguntan los sacerdotes.
“Queridos hermanos sacerdotes. Hoy he recibido vuestra carta del pasado 19 de junio trámite de Mons. Michele Di Tolve. Gracias, gracias por escribirme, y comenzar la carta con los versos de Castro Alves “Navio Negreiro”.
“Tengo en cuenta lo que ustedes me dicen en la carta, les acompaño y estoy cercano a Ustedes. Hablaré de este asunto con el Card. Oullet, prefecto de la Congregación para los Obispos. Entiendo lo que dicen sobre la Nunciatura y el modo de elegir los candidatos al Episcopado. Ahora irá un Nuncio nuevo y también hablaré con él”, respondió el Papa.
Por su parte, los sacerdotes brasileños de origen afro habían escrito sin rodeos: “¡Estamos cansados de diplomáticos vanidosos y de carrera, ansiosos de poder! Esto no nos diferencia en absoluto del poder establecido, que somete a los hombres y mujeres de esta tierra, especialmente a los menos favorecidos, pobres, negros, indios y todos aquellos que viven y mueren abandonados en las periferias territoriales y existenciales, a condiciones de vida viles”.
“Tenemos muchos sacerdotes teólogos, profesores y doctores negros, que corresponden ciertamente al deseo del Santo Padre de tener en la Iglesia pastores capaces de empatía y sinergia con la vida del pueblo sufridor y fiel, ahora duramente golpeado por la epidemia del Covid-19. ¡Nuestro grito está aquí, Santo Padre, con la certeza de ser escuchados en nuestro clamor!”.
Precisamente, el Papa ha nombrado nuncio apostólico en Brasil a monseñor Giambattista Diquattro, arzobispo titular de Giromonte, hasta ahora nuncio apostólico en la India y Nepal” (29.08.2020).
“Gracias por el testimonio sacerdotal que dan. Rezo por ustedes; por favor háganlo por mi.Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Fraternalmente, Francisco”, concluyó el Papa.
El grupo denominado “padres y Obispos de la Caminada”, inician la misiva con los versos de “Navio Negreiro, Castro Alves”, extracto de la poesía de Castro Alves. Escrita en 1870, en la ciudad de São Paulo. “La poesía relata la situación sufrida por las víctimas africanas de la trata de esclavos, traídas en barcos de esclavos, en su atormentada travesía, sin retorno, de África a Brasil”.
“Víctimas, Santo Padre, somos, “todavía”, en tierra firme“, afirman. “Somos sacerdotes brasileños, descendientes de la Madre África, hombres de corazón bondadoso, alegres por naturaleza, llenos de vida, enriquecidos por la herencia recibida de nuestros antepasados y por la gracia de haber sido llamados, también por Cristo, a trabajar en la construcción del Reino de Dios. Somos más de 110 millones de afrobrasileños, una población sólo superada por la de Nigeria, en África.
George Floyd
Los obispos y sacerdotes afro-descendientes se identificaron con la muerte de George Floyd en Estados Unidos y el movimiento consecuente movimiento ‘Black Lives Matter’.
“Yendo directo al grano, nosotros, sacerdotes negros, para responder al llamado de nuestro Señor Jesucristo, como trabajadores de Su Mies, sentimos, en nuestra formación, la rodilla de nuestros formadores comprimiendo nuestro cuello. Sabemos lo que significa el grito: ¡NO PUEDO RESPIRAR!”.
La violenta muerte de George Floyd en los Estados Unidos desató una ola de manifestaciones en todo el mundo que pusieron de relieve un hecho ineludible: ¡Las vidas de los negros tienen valor!
En nuestra brasileñidad, fuertemente marcada por la esclavitud, sentimos en nuestra propia piel que, muchas veces, este Valor y riqueza no son reconocidos”.
Los prelados escriben al Papa que se sienten: “Acosados, inferiorizados, ridiculizados, recorrimos el camino formativo callados y con miedo, temiendo no ser aceptados a las órdenes sagradas”.
Racismo y exclusión
Ellos recuerdan las palabras de Francisco en la Audiencia General del 3 de junio pasado: “No podemos tolerar ni cerrar los ojos a ninguna forma de racismo o exclusión y pretendemos defender el carácter sagrado de la vida humana…”.
“Ante estas palabras, Santo Padre, nos sentimos animados a hacerle llegar nuestra voz. ¡Sabemos, Santo Padre, que usted es un Hombre de Dios! ¡Su corazón es humano! ¡Y ha buscado poner a la Santa Iglesia en el camino de la Vida, la Esperanza, la Justicia y la Paz!
Ha luchado valientemente contra el clericalismo y todos los arcaicismos que elitizan y fosilizan la Iglesia y la hacen inhumana, mundana y alejada de las mayorías empobrecidas. Es precisamente por estas numerosas iniciativas que nos sentimos animados a clamar para que, como Padre y Pastor del rebaño, nos vea, nos escuche y venga en nuestro auxilio”.
Parresía
En la misiva, le piden al Papa: ¡Llame a nuestros pastores a una conversión sincera! Cambie el modus operandi de la Nunciatura Apostólica con respecto a la elección de los obispos. La Nunciatura actúa sin consultar debidamente a las Iglesias locales, ni siquiera al obispo que debe ser reemplazado por la edad, ni al Regional de la CNBB o a la propia CNBB”.
Necesitamos pastores que estén en sintonía con el Evangelio. Necesitamos Pastores que realmente busquen tener el olor de las ovejas y que se preocupen por formar un presbiterio fiel al Evangelio de Jesús: “Buscad primero el Reino de Dios y su justicia…”. (Mt 6, 33)”.
Asimismo, argumentan, “con sencillez y parresía y en la sincera adhesión a lo que nos has enseñado en Evangelii Gaudium, Laudato Si’, Amoris Laetitia, Querida Amazonía y, sobre todo, por sus actitudes y gestos valientes, firman los sacerdotes y obispos de la caminada”, concluyen.