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Hoy es el Día Mundial del Cáncer de Mama y, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 30 segundos en algún lugar del mundo se diagnostica un cáncer de mama. Este tipo de de enfermedad ocupa el segundo lugar a nivel mundial en el top 5 de cánceres más frecuentes.
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre la población femenina causante del 14% de las muertes anuales. Es importante no solo recordar este día, sino también tomar consciencia sobre esta terrible enfermedad, y reconocer nuestra fragilidad frente a ella.
El Papa Francisco en el octavo capítulo de su Exhortación Amoris laetitia, resalta tres verbos para saber cómo actuar ante esa fragilidad humana: “Acompañar, discernir e integrar”. Estas tres actitudes nos permiten encaminar nuestra vida cristiana y más aún cuando se sufre una enfermedad como el cáncer.
Y es que quien acompaña y discierne tiene siempre presente el corazón misericordioso y compasivo de Jesucristo, percibe como propio el dolor del otro y ayuda en su integración en la vida cotidiana.
Por otra parte, Francisco, el día de la histórica oración ante la cruz por el fin del coronavirus (27 de marzo de 2020) y solo en la Plaza de San Pedro, aseguró:
Esta reflexión del Santo Padre también nos invita a valorar nuestro estilo de vida, tal vez demasiado agitado como para dedicar tiempo a lo importante: a cuidarnos; a cuidar de nuestros y a escuchar a Dios para reorientar aquellos aspectos de nuestra vida en los que necesitamos mejorar.
Esta visión puede animarnos a realizar los chequeos médicos necesarios para así prevenir o detectar enfermedades en una fase inicial. Y es que el cáncer de mama detectado al inicio, disminuye un 25% la probabilidad de muerte. Una mamografía anual es la mejor herramienta que tienen los médicos para detectar el cáncer de mama en mujeres sanas. También ayuda que la mujer realice con asiduidad un autoexamen de las mamas para así acudir al médico en el caso en el que detecte algún cambio físico relevante.
El cuidado físico también previene esta enfermedad. De ahí la insistencia de los expertos en cuidar la alimentación, realizar alguna actividad física y desarrollar un estilo de vida saludable. Y es que, al parecer, el 21% de todas las muertes por cáncer de mama en el mundo, está asociado al sobrepeso, a la obesidad, al sedentarismo y al consumo de alcohol. Enumeremos estos consejos.
Por último, más allá de estas recomendaciones puntuales, un mensaje de aliento para quienes tienen que convivir con esta enfermedad transmitido en varias ocasiones por el papa Francisco: no hay dificultad en la vida que no se pueda vencer. Sabemos que el camino es difícil, pero que en la lucha no están solos.