Sor Victoria Virués ha fallecido a los 94 años en Jerez, dejando una huella imborrable en los que la conocían por una vida entregada a los demás.
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Las religiosas no suelen aparecer en las noticias. Y eso que se lo merecen. Y no porque hagan unos dulces estupendo, sino porque la vida de muchas de ellas es ejemplar: una vida entregada a los demás: a los pobres, a los enfermos, a los olvidados, a la oración…
Sí, sí, a la oración, al hablarle a Dios de ti y de mí, al pedirle que cuide de nosotros. No está mal, ¿no crees?
Como te decía, las monjas no suelen salir en las portadas de los periódicos ni abren los telediarios pese a su notable labor. Pero resulta que si abres tu navegador, y escribes en el navegador: ‘Sor Victoria, Hija de la Caridad’; te vas a llevar una buena sorpresa. Y te preguntarás, ¿qué habrá hecho esta buena mujer para salir en todos los periódicos de Andalucía?
Sería un poco pobre decir simplemente que ha hecho, lo que tenía que hacer: ser monja. Todo lo que te he descrito más arriba: trabajar mucho, rezar mucho y ayudar mucho. Pero es que ella se ha llevado el corazón de la gente. Y digo que se lo ha llevado porque Sor Victoria Virués falleció el pasado 3 de noviembre.
No es actriz, ni alcaldesa, ni cantante, ni salía en las revistas… pero los medios de comunicación se han volcado en dar la noticia de que ha fallecido. Y no hay más que leer estas informaciones para entender un poco por qué esta mujer es noticia. El cariño con el que están escritas en todos los medios es sin duda llamativo. Pero, ¿por qué?
La historia de Sor Victoria
Victoria Virués nace hace 95 años en Chiclana de la Frontera, una localidad de Cádiz, al sur de España. Ha vivido la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, y muchas, pero muchas, crisis en nuestro país. Se educó en un colegio de las Hijas de la Caridad, y con 18 años ya sabía lo que quería para su vida. Con solo 21 años decidiera ingresar en el convento de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. En el año 1986 llega a Jerez.
Ha sido superiora de la comunidad, ha dirigido durante años el Comedor de El Salvador y ha dedicado 70 años de su vida -se dice pronto- a los más pobres.
La Cadena COPE recoge las palabras de Sor Teresa Pérez, actual superiora, que la describe de esta forma:
Ella siempre ha sido una persona muy buena, muy prudente, muy humilde, muy sencilla, muy amante de los pobres y de su comunidad. Una mujer orante, de una intensa vida espiritual, siempre ha sido lo que nosotras llamamos una verdadera Hija de la Caridad, ejemplo y referente para todas las que la conocemos y hemos tenido la dicha de vivir con ella”.
Hija Adoptiva de Jerez
Ese trabajo y esa actitud, hizo que sor Victoria dejara una huella imborrable por los lugares a los que asistía. Y eso le valió que fuera nombrada Hija Adoptiva de la Ciudad de Jerez en el año 2011. Sí, una Hija de la Caridad. Una monja. Un auténtico referente. Y si no, mira lo que dijo en ese momento:
Si algo he hecho bien le doy gracias al Señor. El amor a los pobres actúa en mí y me ha traído a esta ciudad. Desde lo más profundo de mi corazón quiero expresar un agradecimiento muy grande a Dios por esta vocación con la que me siento muy feliz”.
Ha trabajado en asilos, hogares sociales, comedores, le han puesto su nombre a un campo de fútbol… A los 64 años le dieron la incapacidad laboral y la invalidez total por una cardiopatía isquémica. Pero eso no le ha impedido seguir trabajando y seguir ayudando hasta su partida.
Una persona que ha dedicado su vida a los que más lo necesitan. Y que ha generado amor y cariño allí por donde pisaba. Por eso hoy, si entras en Internet y escribes Sor Victoria, te aparecerán muchas noticias sobre una religiosa, que humildemente… ayudó mucho.
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