El convento vallesoletano de Santa Isabel cuenta con seis siglos de historia. Desde el siglo XVI es un monasterio de clausura, primero habitado por religiosas franciscanas y hoy por las clarisas.
El retablo mayor de su iglesia cuenta con un relieve de gran valor artístico en el que figura Santa Isabel de Hungría dando limosna a un pobre. Fue realizado en 1621 por el prestigioso escultor barroco Gregorio Fernández y, después, fue instalado en el altar.
La caridad de la santa reina húngara sigue siendo hoy un gran ejemplo a seguir por quienes quieren aceptar la invitación del Papa Francisco durante la Jornada Mundial de los Pobres bajo el lema: "Tiende la mano al pobre". El Santo Padre nos anima a preguntarnos qué puedo dar a quien me necesita, una pregunta que seguramente Isabel se hacía frecuentemente y respondía con enorme generosidad, tanta que su entrega a los pobres que fue su camino de santidad y hoy es ejemplo de caridad cristiana.
Una receta en honor a Santa Isabel
En honor a Santa Isabel, la reina que en su manto llevaba carne, huevos y otros alimentos para entregar a los más necesitados, las clarisas de Valladolid preparan unas deliciosas pastas cuya receta también incluye huevos, como suele ser habitual en las elaboraciones de las hermanas.
Y es que en España aquellos que quieren que en el día de su boda luzca el sol suelen llevar huevos a los conventos de clarisas para pedirles oraciones por su intención. Y es así como los huevos se utilizan por parte de las hermanas para preparar unas deliciosas recetas como estas pastas en honor a Santa Isabel que solían vender a través del torno de su convento aquellos que querían degustarlas y compartirlas con la familia y amigos.
Hoy en día, el torno también se ha "digitalizado" y podemos comprarlas online a través de la página web de "delicias monásticas" donde venden sus productos y recaudan fondos para poder sobrevivir.
Pastas de Santa Isabel
Receta extraída del libro Los dulces de las monjas. Un viaje a los conventos reposteros de Castilla y León, de María José Carbajo y Lola García G. Ochoa.
Ingredientes
- ½ kilo de manteca de cerdo
- 3 huevos (1 entero y 2 yemas)
- ½ kilo de azúcar
- 1 kilo de harina
- 75 gramos de almendras (tostadas y molidas)
- Canela en polvo
- Esencia de limón y vainilla
Preparación
- Primero se amasan bien los huevos con la manteca, luego se añade la harina y finalmente, la almendra, un poco de cada esencia y canela.
- Se extiende en la mesa con el rodillo de madera. Una vez cortadas, las pastas se untan por arriba y por abajo con clara poco batida. Se meten al horno a menos de 210 grados hasta que se doren.
Valor nutricional
Estas deliciosas pastas las podemos disfrutar en una merienda, acompañadas de té, café, o bebida vegetal o algún zumo natural tras exprimir unas cuantas naranjas y sin agregar azúcar.
Son ideales para compartir con amigos o seres queridos o también para regalar. Sin embargo, es importante comerlas con moderación, no más de 3 o 4 dependiendo el tamaño, ya que tienen un valor calórico un poco alto, debido a la manteca y a los azúcares simples.
Si quieres hacer un receta algo más saludable, sustituye la manteca por aceite y el azúcar por un edulcorante apto para horno. También puedes optar por cambiar la harina común por harina integral fina que aportará más fibra a la preparación.
Las almendras por su parte aportan a la preparación grasas y proteínas de buena calidad nutricional, fibra y vitaminas y minerales.
Venta online
Recuerda, si no tienes el don repostero de las clarisas siempre puedes comprar por internet estas y otras delicias monásticas, fruto del trabajo paciente y delicado. De paso contribuirás a la supervivencia de los monasterios de vida contemplativa.
La cocina esta llena de espiritualidad, de alegría y de amor. Es una forma de dar algo de nosotros a nuestros seres queridos.