Si quieres ayudar a los niños a adentrarse en los orígenes de Jesús prepara con ellos durante el Adviento un Árbol de JeséEl Árbol de Jesé es una tradición familiar para el Adviento que ayuda a los niños a conocer la genealogía de Jesús a través de las historias del Antiguo y el Nuevo Testamento. Así, cada relato se representa con un adorno que se va colgando día a día en un árbol.
Por tanto, el Adviento es un tiempo de espera y esperanza. Durante cuatro semanas vamos alimentando el anhelo por la venida del Salvador a nuestro hogar, a nuestra familia, al centro de nuestra vida.
Pero ese anhelo del Mesías se remonta a miles de años atrás. Ya el pueblo de Israel esperaba esta venida y sobre ella hablaron los profetas.
La genealogía de Jesús
Precisamente en una profecía de Isaías se basa una práctica familiar de Adviento que se está popularizando cada vez más entre los cristianos de distintos países. Se trata del Árbol de Jesé y tiene su origen en este versículo:
Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará. Reposará sobre él el espíritu de Yahvé” (Is 11, 1-2).
Es decir, Jesé fue el padre del rey David, de cuyo linaje nacería Jesús. Cristo es, por tanto, ese retoño que nace del árbol de Jesé, tal y como recogen también las dos genealogías de los evangelios de san Mateo y san Lucas (Mt 1, 1-16; Lc 3, 23-38).
Así, teniendo en cuenta los orígenes de Jesús, el Árbol de Jesé pretende recorrer durante el tiempo de Adviento los principales pasajes de la historia de la salvación que ha hecho Dios con su pueblo hasta el nacimiento de Cristo.
Para ello, cada día se rememora una figura bíblica y, aunque no todos los personajes pertenecen estrictamente a la genealogía de Jesús, sí están siempre relacionados de algún modo con Él.
¿Cómo hacer el árbol?
Justamente, uno de los atractivos de esta actividad para los niños es que cada una de las narraciones van acompañadas por un adorno que representa la historia a través de un símbolo.
Así, los adornos se van colocando diariamente en un árbol que podemos construir con unas cuantas ramas o dibujar en una cartulina para colgar en la pared.
Precisamente, existen muchas ideas (e incluso modelos descargables) en Pinterest y en Etsy para realizar el árbol y los adornos. En Blessings también venden este año un árbol con 25 piezas de madera diseñados por ellos.
Los episodios principales
Dado que el Adviento tiene una duración variable en función del año (un mínimo de 22 días y un máximo de 28), las figuras bíblicas que se escogen pueden ser diversas, pero hay algunas que no suelen faltar.
- La genealogía de san Lucas se remonta a Adán, así que los primeros días del Adviento se suelen dedicar a la creación del mundo y a Adán y Eva.
Posteriormente, se suceden otros pasajes del Antiguo Testamento como:
- la historia de Noé,
- la promesa a Abraham,
- el sacrificio de Isaac,
- Jacob,
- José,
- Moisés,
- Josué,
- Rut,
- Samuel,
- Jesé,
- David,
- Salomón, etc.
Finalmente, se narran los acontecimientos del Nuevo Testamento:
- Zacarías,
- la Anunciación,
- la Visitación,
- san José,
- Juan el Bautista
- y, finalmente, el nacimiento de Cristo.
Por tanto, en los días previos al Adviento se pueden ir preparando los adornos y el árbol, así como seleccionar qué pasajes podemos contar (y con qué grado de profundidad) sobre cada una de las figuras.
Además, se puede leer un pasaje bíblico cada día, hacer una reflexión y una oración relacionada con la narración del día.
Un modo audaz de transmitir la fe
Precisamente, este modo de adentrarse en la Escritura a través del Árbol de Jesé y ahondar en la historia de la Salvación es una oportunidad excepcional para mostrar a los niños la acción de Dios, no solo en el pueblo de Israel, sino en cada uno de nosotros.
En este sentido, estos relatos nos muestran la fidelidad de Dios a pesar de nuestra dureza de corazón, su predilección por los débiles y los pequeños para obrar grandes hazañas, su brazo poderoso frente al enemigo o el cumplimiento de todas sus promesas por imposibles que parezcan.
Así, ayudados por cada uno de estos episodios, podemos poner en común cómo Dios ha actuado y actúa en nuestra historia familiar, para comprobar que estas no son historias del pasado sino que hoy se actualizan en nuestra vida.
Además, los niños, que tanta predilección sienten por las historias y las narraciones, comprenden a través de ellas la necesidad que tenemos cada uno de nosotros de ser salvados y de recibir a Cristo en nuestra vida.
Las antífonas mayores
Por otro lado, al árbol de Jesé se pueden incorporar también unos adornos que representen las antífonas mayores de Adviento.
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Desde el día 17 al 23 de diciembre, la Liturgia de las Horas contempla unas hermosas antífonas al Magníficat de Vísperas que imploran la venida del Salvador.
Así, son conocidas como las antífonas O porque cada una de ellas empieza con un “Oh” (“O” en latín) y están seguidas de un nombre diferente atribuido a Jesús en las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento:
O Sapientia (Oh Sabiduría)
O Adonai (Oh Adonai)
O Radix (Oh Renuevo)
O Clavis (Oh Llave)
O Oriens (Oh Sol)
O Rex (Oh Rey)
O Emmanuel (Oh Emmanuel)
En este sentido, las antífonas se pueden incorporar de dos modos: existe la posibilidad de condensar la genealogía de Jesús en los días previos al 17 de diciembre para centrarse en esta última semana antes de Navidad en las antífonas mayores.
Y finalmente, se puede hacer la genealogía de forma extensa hasta la Navidad y añadir las antífonas en los días señalados.