El Adviento comienza mañana, domingo 29 de noviembre. Es un tiempo de espera, muy importante para nosotros los católicos. Sé que con los niños a veces puede ser difícil vivir su verdadero significado pues nos atosigan con todo tipo de publicidad y actividades: coronas y calendarios de Adviento, juguetes, y otras “tradiciones” que vemos en las películas navideñas, como hacer galletas o pintar ornamentos para el árbol.
Hoy queremos animaros a realizar una actividad con la que realmente preparamos la llegada de Jesús. Esta actividad me parece muy tierna y apropiada, además de ser sencilla y fácil de realizar con tus hijos en casa. (Si en tu casa no hay niños también puedes hacerla pues seguro que también que te ayudará a estar este año más cerca del niño Jesús).
Una cuna para el niño Jesús
Tan solo necesitas una figura del Niño Jesús (diferente a la del Portal de Belén), un recipiente que nos sirva de cuna y el relleno.
Pon la cuna vacía en un lugar especial de tu hogar y explícale a toda la familia que cada vez que hagamos algo bueno por los demás, como por ejemplo una tarea del hogar, podemos poner un poco de relleno en la cunita. De esta manera, si durante el Adviento vamos aportando regalos a Jesús, -entre ellos por supuesto también está la oración-, veremos cómo nuestra cuna va siendo cada día más más acolchada y confortable para el Niño Dios.
Así, en nochebuena, podréis poner la figura del Niño Jesús en una cuna llena de amor y oración.
¿Qué necesitamos?
El tamaño de la cuna dependerá del tamaño de vuestro Niño Jesús. Si la figura es pequeña, puedes emplear una cesta de pan, una cajita o cofrecito de madera. Si es más grande y no encuentras nada más por casa, tal vez puedes emplear una caja de zapatos que ya no uséis. Podréis decorarla forrándola con papel o pintándola de marrón y pegarle algunas ramas secas que encuentres en un parque o jardín.
No tienes porqué comprar nada. Puedes transmitir así austeridad y sencillez, la misma de María y José en Belén.
Para el relleno de nuestra cunita, a mí me ha encantado la idea del mecatillo. Un rollo grande de cuerda de yute no costoso y puede servirte para muchas cosas (para envolver tus regalos hasta para hacer unos aros de servilletas rústicos).
Si no te convence esta idea, también puedes encontrar en alguna tienda tiras que simulan paja seca (la que venden para los pesebres), o bien vosotros mismos podéis cortar tiras de papel de seda marrón. Otros podréis usar motas de algodón o bien, simplemente, cortar ramitas secas o de pino en el campo.
Para tenerlas a la mano junto a la cunita, puedes colocar con cierta gracia este material que servirá de relleno de la cuna en un pequeño florero, o en otra cajita o bien amarrado con una cinta (yo he utilizado blanca por ser el color litúrgico de la Navidad).
Objetivo de esta actividad de Adviento
Esta actividad de Adviento nos ayudará a ver de forma didáctica que nuestras buenas acciones demuestran amor a Jesús y a los demás.
Así, a diferencia de las ideas de los calendarios de Adviento, donde cada día descubrimos un pequeño regalo, con esta actividad ponemos el foco en dar, y no en recibir.
Este año más que nunca nuestro hogar (en el que hemos permanecido mucho más tiempo que de costumbre, en muchos casos muy lejos de nuestros seres queridos, se convertirá en un pesebre para Jesús. Así que vamos a avivar su espera y a convertirlo en un lugar confortable a través de nuestras buenas acciones e intenciones con esta bonita actividad de Adviento.
Aquí en Aleteia también te hemos preparado esta tarjeta de instrucciones que puedes imprimir en caso que también quieres convertirlo en un regalo para tus hijos, sobrinos, ahijados o nietos.