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Según la leyenda, la cueva en el monte Palatino donde la loba amamantó a Rómulo y Remo se encontraba justo donde ahora se encuentra la pequeña iglesia dedicada a san Teodoro.
La pequeña iglesia de san Teodoro al Palatino
La iglesia como dijimos antes se encuentra en el monte Palatino, la más céntrica de las "siete colinas de Roma". Muy cerca de santa María in Cosmedin, donde se encuentra la Boca de la Verdad.
Como se puede notar tiene la forma circular de los templos paganos, porque fue construida en el siglo VI justamente sobre las ruinas que según dicen era un templo justamente dedicado a Rómulo.
En un momento albergó la famosa estatua de bronce de la loba que ahora se encuentra en los Museos Capitolinos.
El saqueo de Roma en 1527 dañó la iglesia y destruyó trágicamente sus archivos y hasta que en 1674 tuvo una importante restauración, realizada por voluntad del cardenal Barberini.
Más tarde papa Clemente XI la hizo reconstruir por el famoso arquitecto Carlo Fontana (1703-1705), quien también diseñó el patio exterior que aún existe hoy.
"San Toto"
Fue dedicada en honor a san Teodoro, soldado del ejército romano de origen griego, trasladado a Amasea, en Anatolia (Turquía).
Vivió en tiempos del emperador Galerio Maximiano, alrededor del siglo IV, quien ordenó a toda la tropa de hacer sacrificios a los dioses, Teodoro que era cristiano, se negó. Fue torturado, encarcelado y finalmente quemado vivo. El culto se extendió rápidamente en Oriente y luego desde el siglo VI en el Occidente.
En un momento fue también muy popular en Roma, las mamás acostumbraban a traer a sus bebés enfermos para pedir por ellos a la intercesión de "San Toto", como cariñosamente llamaban al santo. Pedían especialmente por aquellos bebés con infecciones de garganta y pecho.
"San Toto" en la actualidad
En noviembre del 2000, el Papa san Juan Pablo II concedió el uso de la iglesia al Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.
El 1 de julio de 2004, el Patriarca Bartolomé inauguró oficialmente la iglesia en su nuevo rol, y son ellos los que actualmente, cuidan diligentemente de las reliquias de san Toto, conservadas en la pequeña iglesia.
Fuente: romasegreta.it, santiebeati.it