Creada en 2017, la “Nano Sagrada Familia” puede caber en el ojo de una aguja o en una pestaña humana
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Si bien la ciudad de Alicante, España, acaba de batir el récord del pesebre más grande jamás registrado, el del más pequeño aún se mantiene firme. Conocida como la “Nano Sagrada Familia”, el belén más pequeño del mundo se creó en 2017 y puede caber dentro del ojo de una aguja.
The Sun informa que el modelo microscópico fue producido por científicos de la Universidad de Vilnius (Lituania), con fondos del gobierno lituano. Las esculturas increíblemente pequeñas son una réplica del belén en la Plaza de la Catedral en Vilnius (Vilna en español). Se estima que la obra de arte resultante es 10.000 veces más pequeña que la original a tamaño natural. El trabajo tardó tres meses en completarse por 30 expertos.
La hazaña se logró mediante el uso de impresión en 3D y no es visible a simple vista. Un informe de 2017 de USA Today explica que la escena de la Natividad lituana tuvo que escanearse digitalmente para que los expertos redujeran sus proporciones. En las imágenes, la escena de la Natividad se colocó cuidadosamente en el ojo de una aguja como referencia. También se dice que puede caber en la extensión de una pestaña humana.
The most important things – invisible to the naked eye. World's smallest nativity scene – #Lithuania 's gift to @Pontifex pic.twitter.com/qTjtp9VYuF
— Dalia Grybauskaitė (@Grybauskaite_LT) December 22, 2017
Ojo para los detalles
A pesar de su tamaño microscópico, la “Nano Sagrada Familia” contiene una sorprendente cantidad de detalles. Las túnicas de las figuras humanas son muy parecidas a una tela en la forma en que se adhieren, y el pesebre muestra hebras de heno individuales. Uno de los aspectos más impresionantes es que se puede distinguir el rostro del niño Jesús, aunque es más pequeño que una célula humana.
En 2017, la presidenta lituana Dalia Grybauskaite envió la miniatura microscópica al Papa Francisco como regalo de Navidad. El equipo creó otras cuatro copias de este belén. Uno fue al Palacio Presidencial de Lituania, mientras que otro fue reservado para la Arquidiócesis de Vilnius. Las dos copias restantes se expusieron al público.
En el sitio web que relata sus esfuerzos, el equipo de la Universidad de Vilnius señaló que enviaron la escena a Guinness World Records para su reconocimiento oficial. Del trabajo, dijeron:
“A veces, las cosas más importantes e impresionantes son invisibles a simple vista, pero todos sabemos que son reales y verdaderas. Este es el belén más pequeño del mundo; y aunque no puedas verlo a simple vista, es real y está aquí”.
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