Esta Navidad marcada por la Covid-19 no podremos besar al Niño Jesús en las iglesias. Busca uno y no te quedes sin darle un besoHace unos días una televisión nacional de España, 13TV, me hacía una entrevista para preguntarme cómo una familia numerosa iba a gestionar unas Navidades teñidas por la pandemia. Me pedían, en concreto, nuestra opinión sobre el hecho de que en estas Navidades la Cabalgata de Reyes fuese a ser estática.
Dudé que contestar, porque en ese instante recordé algo que me había dicho Blanca, mi querida editora de Aleteia: “Estas Navidades no podremos besar al Niño Jesús en las iglesias”. Y eso es lo que de verdad vamos a echar de menos en casa, mucho más de lo que supone no ver una cabalgata en movimiento.
Es un momento mágico. Todos en una fila dispuestos a besar ese pequeño Bebé de María mientras suenan villancicos… Algo inenarrable que si no lo has vivido no podría describirte. Así se lo dije a los presentadores de la tele.
Un Niño Jesús para ti
Si a ti te va a pasar lo mismo, si vas a echar de menos besar al Niño Dios en Nochebuena y en Navidad en tu parroquia, estás a tiempo de hacerte con un Niño Jesús para tu casa. Un Niño que podrás besar, abrazar y acurrucar las veces que quieras.
Tu casa se convertirá en la suya. Dándole ese cobijo que no consiguió San José en Belén. Tu hogar será más parecido al de Nazaret, ese que muchos queremos imitar aunque no sea la portada de las revistas de decoración.
Toca las manos del Niño Dios
Si no has salido disparado en busca de pequeña figura para descanse en tu casa esta Navidad, déjame que te hable del padre Juan Rizzo, un sacerdote italiano que vivió en Barranquilla, Colombia. Colaboraba con su familia salesiana en la construcción del templo de San Roque, en una zona muy pobre.
Su superior le mandó ir de puerta en puerta y pedir donativos para la construcción del templo. El primer día volvió cabizbajo pues tuvo que confesar al padre Briata que no había conseguido nada. Se moría de vergüenza.
Sin embargo, su superior le indicó que ”mientras más nos cuesta lo que hoy hacemos por Dios, mayor será la paga en el cielo. Ánimo pues y a pedir”.
Al día siguiente el padre Juan quiso imitar a Don Bosco y no se fue de casa sin hacer la visita a Jesús Sacramentado. Se arrodilló cerca de la imagen de María Auxiliadora y fijó los ojos en el Niño Jesús que estaba “en el colo” de la Virgen. Así se dice en mi tierra cuando se lleva a un niño en brazos.
El Niño Jesús tenía los brazos extendidos y sintió que le decía llévame contigo en tu viaje, llévame con tus problemas. En ese instante sintió un valor enorme y esa mañana fue económicamente muy generosa.
Desde ese día el padre Juan solía repetir: “Las manos del divino Divino Niño son unos explosivos de milagros, basta tocarlas con la oración y la fe y se vuelven sobre nosotros sus prodigios”.
Nada te será negado
¿Quieres más motivos?
“Lo que quieras pedir pídemelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado si te conviene conseguirlo”
Estas palabras fue el mismo Jesús el que nos las dejó a través de la venerable Margarita del Santísimo Sacramento.
Son muchos los santos que tienen gran devoción al Divino Niño: Santa Teresa de Lisieux, San Juan de la Cruz, San Josemaría… Siempre me ha parecido absolutamente entrañable imaginármelo a San Josemaría jugando, besando, acariciando la imagen del Niño Jesús de los ojos medio cerrados. Le llamaba “el Gran Ladrón” porque le había robado el corazón.
Su mirada
El último argumento que te dejo viene de las palabras del papa Francisco en las Navidades del 2015:
“El Niño Jesús quiere estar en nuestros brazos, desea ser atendido y poder fijar la mirada en la nuestra (…) Su sonrisa es el símbolo del amor que nos da la certeza de sentirnos amados”.
Difundir esta devoción al Niño Divino se convirtió en algo muy natural en casa. Cuando mis hijos mayores eran pequeños invitaban a besar al Bebé de María:al fontanero, a la costurera , al repartidor del super y a todo vecino que llamase a la puerta. He de decir, que necesitamos la intervención de mi amiga Kika ( restauradora) porque el entusiasmo de la difusión …pasó factura. Pero sé, que a pesar de las caídas que le provocaron (fueron más de tres), ese Bebé agradecido por tanto cariño los acompañará siempre y los recogerá de sus caídas como antes hicieron ellos.
¿Te vas a quedar estas Navidades sin darle un beso al Niño Divino?
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