Hay tiempos especialmente difíciles. Enfermedades, guerras, desilusiones, malentendidos, rupturas, fracasos,... Es necesaria una esperanza ante la fragilidad, la violencia, la incertidumbre. Y puedes encontrarla hoy en María, la madre de Jesús. Te invitamos elevar esta oración tan poderosa como la fe con la que la reces:
Nuestra Señora de la Esperanza, la Macarena, María de la O, Virgen de la Dulce Espera,... son algunos de los nombres que recibe la Madre de Dios cuando estaba embarazada.
Estas "advocaciones", de gran tradición en distintos lugares del mundo, se celebran el 18 de diciembre, a pocos días de la Navidad. Lo que tienen en común es la esperanza en la venida de Jesús, una luz que basta.