En la plaza ante la entrada de la basílica de santa María Mayor de Roma, se encuentra una columna que está vinculada a una curiosa leyenda antigua.
Esta columna es llamada "Columna de la Paz", y fue colocada por Carlo Maderno en 1615 por voluntad de Pablo V.
Las columnas de la Basílica de Majencio
Es la única que quedó de ocho que componían la base de la Basílica de Majencio, que se encontraba en la zona del Foro Romano. La basílica fue construida sobre las ruinas del antiguo templo pagano de la paz, y por eso la columna recibe este nombre.
Carlo Maderno, situó una fuente a sus pies, con representaciones de gárgolas; elementos símbolo del escudo heráldico de la familia Borghese, a la que pertenecía papa Pablo V.
Sobre la columna, el papa hizo colocar una imagen de bronce de la Virgen con el Niño, obra del artista francés Guillaume Berthélot.
La imagen de la Virgen es una reproducción en bronce del icono que se encuentra en la capilla paulina dentro de la basílica. Según la tradición, el icono lo pintó el propio San Lucas sobre un trozo de madera de la mesa que se usó en la Última Cena.
La profecía
Pero lo curioso es la antigua leyenda romana que gira en torno a ella: Cuando fue terminada la basílica, en tiempos de la República Romana, surgió una profecía que anunciaba que esta se habría derrumbado cuando una virgen diese a luz.
Y es así cuando nació Jesús, el templo se derrumbó con un gran estruendo, quedando solo las ruinas que hoy se ven en el Foro Romano.
También se dice que cada noche de Navidad se desprende algún pedazo de la columna.
Lástima que la leyenda sea completamente anacrónica, dado que la Basílica de Majencio se construyó más de tres siglos después de la llegada del Salvador.
Sin duda es otra de las leyendas curiosas que giran alrededor de los monumentos de la Ciudad Eterna.