Los astronautas de la histórica misión Apolo VIII sorprendieron al mundo con un inesperado mensaje
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La misión Apolo VIII fue la primera tripulada en salir de la órbita terrestre y dar la vuelta a la Luna. Tuvo lugar unos meses antes de la famosa Apolo XI, cuando el hombre pisó por primera vez la superficie lunar. Fue una misión muy breve: Partió de Cabo Cañaveral el 21 de diciembre de 1968, dio diez vueltas a la Luna y volvió a la Tierra seis días después.
Quizás por eso sea menos recordada, pero en su momento fue un hito impactante: Por primera vez, ojos humanos, los de los astronautas, comandante Frank Borman, y los pilotos James Lovell y William Anders pudieron ver desde el espacio el planeta Tierra, y fotografiarlo. Y contemplarlo como una brillante esfera azul, frágil y hermosa. También pudieron ver la cara oculta de la Luna.
El impacto mundial de esta imagen fue enorme. Pero lo fue sobre todo porque formó parte de la felicitación de Navidad más emocionante jamás recibida por la humanidad.
El Apolo VIII entró en órbita lunar en la víspera de Navidad, el 24 de diciembre de 1968. Esa noche, los astronautas hicieron una transmisión de televisión en directo, mostrando imágenes de la Tierra y de la Luna. La conversación fue transcrita por la NASA.
El piloto James Lovell comentó, mientras mostraban las imágenes: “La vasta soledad es asombrosa. Inspiradora. Y te hace darte cuenta de lo que tienes en la Tierra”.
Y el otro piloto, Anders, añadió: “Para toda la gente de la Tierra, la tripulación del Apolo 8 tiene un mensaje que nos gustaría enviarles”.
Emocionante felicitación de Navidad
Y para sorpresa de todos, empezó a recitar el primer capítulo del Génesis:
Al principio Dios creó el cielo y la tierra.
La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se aleteaba sobre las aguas.
Entonces Dios dijo: “Que exista la luz”. Y la luz existió.
Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas”.
Y Jim Lovell prosiguió:
Y llamó Dios día a la luz y noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el primer día.
Dios dijo: “Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca una separación entre ellas”. Y así sucedió.
Dios hizo el firmamento, y este separó las aguas que están debajo de él, de las que están encima de él;
y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el segundo día.
Y el comandante Borman añadió:
Y Dios dijo: “Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están bajo el cielo, y que aparezca el suelo firme”. Así sucedió.
Dios llamó Tierra al suelo firme y Mar al conjunto de las aguas. Y Dios vio que esto era bueno“Y desde la tripulación del Apolo 8, cerramos con buenas noches, buena suerte, una Feliz Navidad y que Dios los bendiga a todos, a todos ustedes en la buena Tierra”.
Fue la retransmisión televisiva más seguida de la historia. Y puedes volver a verla, aquí:
Un mensaje desde el espacio y a través de los tiempos, que sigue impactando por su sencillez y belleza.
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