La solidaridad se hace latente en el estado de la Amazonía con la Iglesia que también dice presente
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En el mes de enero la capital del estado brasileño de Amazonas, Manaos, se transformó en noticia a nivel mundial. Entre otras cosas por haber sido el sitio del surgimiento de una nueva variante de la Covid-19. Pero también por el crecimiento de casos positivos y muertes.
Esta situación llevó, entre otras cosas, a la saturación de cementerios. Lo mismo con la falta de insumos hospitalarios como el oxígeno y hasta el colapso en los centros asistenciales.
“Por amor de Dios, envíennos oxígeno”, había sido la súplica del propio arzobispo de Manaos, Leonardo Steiner, tal cual publicó Aleteia en enero.
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Esta situación ha llenado de preocupación. En los días siguientes fue creciendo el temor incluso de que la nueva variante (más contagiosa) se propague rápidamente por Brasil, uno de los países a nivel mundial más afectados por la pandemia. Hasta el momento hay más de 9 millones de casos y un número de fallecidos superior a 200.000.
Solidaridad con Manaos
El pasado 31 de enero fue el propio Steiner quien volvió a pronunciarse. Pero eso se dio para agradecer “la generosidad de tantas personas, especialmente la generosidad del Papa Francisco”.
Las palabras de Steiner, reproducidas por la web de la Conferencia Episcopal de Obispos de Brasil (CNBB), de alguna manera también respondían a la llegada a Manaos de “20 concentradores de oxígeno y 50 BIPAP”.
“Poco a poco vamos tratando de ayudar gracias a la solidaridad y el amor de tantos hermanos”, consideró.
Tan solo en el mes de enero, recuerda la página de la Iglesia en Brasil, más de 2800 personas fallecieron en el estado de Amazonas debido al coronavirus.
Debido a esto, el pasado 15 de enero, desde la Regional Norte 1 de la CNBB se puso en marcha la campaña a “Amazonas y Roraima cuentan con su solidaridad”.
Apoyo a la vacunación
“¡Cuando llegue tu hora, vacúnate!”. He aquí el lema que de manera paralela a la situación de Manaos se presenta con respecto a la necesidad de mayor adhesión a la campaña de vacunación contra el coronavirus, que por estas semanas comenzó en varios países de América Latina (aún con números de dosis bastante menores).
Desde la propia Pastoral de Comunicación y la oficina de prensa de la CNBB se difundió un mensaje promoviendo precisamente la necesidad de mayor respuesta a la propuesta de inmunización.
Así pues, mientras Manaos sigue generando información e incertidumbre, la caricia se hace latente y muestra una vez más el trabajo comprometido de miembros de la Iglesia en la hora más compleja.
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