El trono de oro de Carlomagno. No se sabe mucho sobre dónde está. ¿Fue destruido, fundido, perdido, se encuentra en alguna parte? ¿Existió de verdad?
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El trono de oro de Carlomagno, el progenitor de los gobernantes europeos, el rey de los francos y el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, de quien deriva la palabra polaca “król” (“rey”), se encontró en circunstancias milagrosas en el famoso año 1000. Fue entregado como regalo a Bolesław Chrobry (el Valiente), también llamado el Grande.
La historia conoce pocos objetos de similar poder, existentes en la frontera de la realidad, el mito y la leyenda.
El Congreso de Gniezno
La historia de la que forma parte el trono sucedió de verdad. La existencia de los principales protagonistas que participaron en los hechos también es verdad. Y fue así.
En el año 1000 de Nuestro Señor, en marzo, tuvo lugar el Congreso de Gniezno. Un acontecimiento extraordinario en la historia: el poderoso emperador alemán Otto III vino a Polonia para rezar ante la tumba de Wojciech, reconocido como santo y mártir por el sínodo de Roma en 999. Otto III recorrió la última parte del viaje a Gniezno a pie, orando.
El emperador también hizo el viaje para ofrecer su amistad al príncipe Bolesław el Valiente. Lo hizo para elevar su dignidad por encima de otros gobernantes y ofrecerle una unificación común de Europa. Estos hechos los conocemos por la crónica de Gallus Anonymus.
El trono de oro
No se puede descartar la existencia del trono de oro. Más aún: ante el cúmulo de elementos excepcionales (lanzas santas, tiara imperial, clavo de la cruz, brazo de un santo) y hechos inverosímiles (amistad del emperador alemán con el Príncipe polaco, convención, planes para una unificación común de Europa), la existencia del trono dorado no parece imposible. Xobre todo tratándose de un gobernante tan grande como Carlomagno.
¿Se encontrará alguna vez el trono de oro? ¿Dónde podría estar ahora? Es probable que, si hubiera sido robado, por ejemplo, durante la desastrosa invasión checa de 1038. Lo hubiéramos sabido, ya que sabemos que los checos de Brzetyslav se llevaron el cuerpo de San Wojciech. Así como una cruz hecha de oro y que pesa tres veces más que su fundador, Mieszko I.
Sin embargo, no tenemos ninguna noticia sobre el trono. Como si se hubiera ocultado bajo tierra, o bajo la superficie del agua. Hay esperanza de que todavía se encuentre en algún lugar, escondido hace más de mil años y olvidado. ¿Dónde?
¿Escondido en un lago?
El lago Lednica está en la lista de lugares donde potencialmente podría estar escondido. Este es uno de los lugares que se cree como lugar del bautismo de Mieszko. Hay varias islas en el lago, incluida la más grande, Ostrów Lednicki. La isla estuvo habitada cientos de años antes de que Polonia fuera bautizada.
En la época de Mieszko y Bolesław probablemente fue una de las residencias del duque. Se encontraron los restos de las pilas bautismales de ladrillo, que podrían haber sido preparadas para el bautismo del príncipe y sus dignatarios.
Si el trono se encontraba en la isla, el lago circundante parece un gran lugar para esconderlo. Esto podría hacerse incluso en el último momento, viendo el avance de las tropas checas. La búsqueda del trono en Lednica debe incluir no solo el agua, sino también tener en cuenta el rango de la superficie potencialmente diferente de las aguas del lago a principios del siglo XI.
Los restos de un puente de la época de Mieszko I y Bolesław el Valiente, que solía conectar la orilla del lago con una de las islas, fueron descubiertos recientemente en Lednica. Se cuestionó la existencia del puente, mencionado en los registros antiguos.
¿Junto a una tumba?
Si las aguas del lago ocultaron con éxito el puente durante mil años, ¿no podría un trono no descubierto descansar en ellas, un objeto incomparablemente más pequeño, hundido en una capa de sedimentos de cientos de años? Algunos también señalan al lago Swarzędzkie como un potencial lugar donde descansa el tesoro.
El lugar probable para esconder el trono también puede ser Poznań, Gniezno; o el discreto Giecz que se encuentra en el Voivodato de Gran Polonia (en polaco, Wielkopolska; una región histórica del centro-oeste de Polonia). En la primera catedral románica de Poznań, probablemente fueron enterrados Mieszko I y Bolesław el Valiente.
Valdría la pena emprender una búsqueda en este lugar, ya que podría darnos no solo un trono de oro, sino también las cenizas de dos grandes gobernantes.
Giecz es un pequeño pueblo al oeste de Poznań, con una iglesia románica de piedra con gruesos muros y una silueta típica en ese período. Silueta que luego se encontraría en toda Europa, desde las Islas Británicas, pasando por Francia y Polonia.
¿En unas ruinas?
Antes de la invasión checa, allí se encontraba un templo prerrománico. El importante papel de Giecz en la Edad Media llevó a algunos historiadores a plantear la hipótesis de que Giecz era el nido ancestral de los primeros Piastas. Sería lógico esconder un gran tesoro en el lugar de residencia durante generaciones.
El primer asentamiento se estableció en el lugar de la actual Giecz a finales del siglo VIII, es decir, en la época del legendario Chościsko, padre de Piast Kołodziej y abuelo de Ziemowit.
En el siglo IX, en la península del lago que hoy no existe, se construyó un castro, tras el cual han quedado los imponentes terraplenes. Este bastión fue un importante centro militar de los primeros Piastas, y las armas encontradas demuestran que tenían numerosos soldados y estaban bien armados.
Otro candidato para el lugar donde ocultar el trono podría ser Wawel, que todavía esconde secretos e historias, no solo las que tuvieron lugar hace mil años, como la historia del trono de oro, sino mucho más antiguas.
¿El trono de oro en Wawel?
Después de la invasión checa, Kazimierz Odnowiciel, nieto de Bolesław el Valiente, trasladó la sede real a Cracovia a Wawel (curiosamente, Kazimierz también tenía el segundo nombre Karol, que rara vez se encontraba en Europa en aquel momento, ¿era otro rastro de Carlomagno?).
Cracovia no fue asaltada, por lo que era un buen lugar para trasladar allí la capital. ¿El Odnowiciel (El Restaurador) transportó a Cracovia no solo la lanza de San Mauricio, sino también el trono de oro que puede descansar en una cámara subterránea olvidada?
La combinación del trono dorado y la cámara subterránea regresa en diferentes versiones de la leyenda de los caballeros dormidos esperando una señal de que Polonia los necesita. El rey de esta leyenda muy a menudo es Bolesław el Valiente que duerme en el trono …
Existe una versión según la cual la entrada al segundo castillo subterráneo está escondida en el área de Wawel en Kurza Stopka. Todos los reyes de Polonia están sentados a la mesa en una de sus cámaras. Están dirigidos por Bolesław el Valiente, espada en mano. ¿Está sentado en el trono de oro?
