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En Brasil, una gran inundación llenó de agua la Capilla de San Antonio. El sagrario protegió las Sagradas Formas, que permanecen intactas
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La ciudad de Caragola (Brasil) sufrió una gran inundación. El agua alcanzó más de 2 metros de altura e inundó todos los edificios del lugar. Entre estos edificios se encuentra la Capilla de San Antonio, en el barrio Lacerdina.
El joven Victor Marius cuenta en su perfil de Facebook que descubrieron cómo, pese a los destrozos provocados por el agua, el Sagrario consiguió guardar y proteger las Sagradas Formas.
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“En medio de todo eso está aquí. Él, que no cambia, que no se estremece en medio de la tormenta y en quien podamos confiar y mantenernos firmes: Jesús”, escribe en su mensaje de Facebook. En su publicación hace una reflexión sobre el Santísimo: “En las mayores adversidades Dios permanece”, explica.
“En este momento difícil, la fe y la esperanza son cosas que nos reconfortan pero sobre todo nos dan fuerza. ¡Dios honra a los que claman! ¡Él no cambia, nada puede golpearte mientras Él está de tu lado. Toda honra y Gloria al Señor Jesucristo! ¡Confía!”, termina su reflexión Victor Marius en esta red social.
La imagen se ha hecho viral y sirve como reflexión para todas las situaciones: pandemia, terremotos, catástrofes, tormentas, persecuciones que se están viviendo. En un momento plagado de incertidumbre, bien viene decir que la esperanza nunca se pierde: ¡Confía!
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Lluvias torrenciales
Las lluvias torrenciales hicieron que el río Carangona inundara el municipio que se encuentra en la Zona da Mata Mineira. Cinco familias se quedaron sin hogar y hay decenas de damnificados. No es la primera vez que sucede algo así. El año pasado, por estas mismas fechas, otras lluvias torrenciales e inundaciones producían 54 muertos y más de 19.000 personas evacuadas.