Una de las comunidades cristianas más antiguas y castigadas del mundo acoge al Papa Francisco
Durante su 33.er viaje apostólico fuera de Italia, el papa Francisco se acercará a la población cristiana de Irak, azotada por las sucesivas guerras. Aquí tienes algunas características de esta comunidad que representa menos del 2 % de la población.
1Estaban presentes antes de los musulmanes
Hay que recordar las raíces bíblicas de esta tierra. Abraham, Padre de los creyentes monoteístas, es originario de Ur, en Caldea. Luego, la evangelización de Mesopotamia, actual tierra de Irak, data del siglo I después de Cristo.
Una de las comunidades cristianas más importantes –hoy conocida bajo el nombre de Iglesia caldea– fue fundada por santo Tomás. En torno al 90, esta comunidad católica, también llamada Iglesia de Oriente, creció progresivamente hasta alcanzar su apogeo en el siglo VI, época durante la cual envió misioneros hasta la India y China.
Aunque la presencia de pequeñas iglesias cristianas se explica por ciertas migraciones más recientes, la gran mayoría de los fieles iraquíes desciende directamente de las poblaciones que vivían en Mesopotamia anteriormente a la era cristiana.
2Existe un mosaico de cristianos en Irak
La realidad de los cristianos de Oriente es múltiple. La Iglesia caldea, la mayor en tamaño, hoy dirigida por Su Beatitud el cardenal Luis Rafael I Sako, volvió al seno de Roma en 1553 cuando el monje Juan Simón Soulaka fue reconocido como patriarca de los caldeos.
Por otra parte, la actual Iglesia asiria de Oriente se compone de cristianos que no han reconocido a Roma. Existe también una Iglesia siríaca que rompió muy pronto con Roma y Constantinopla por motivos de su pertenencia al nestorianismo, hoy conocida bajo el nombre de Iglesia siríaca ortodoxa, llamada jacobita.
Con Ignacio Andrés Akijan, elegido patriarca en 1662, una parte de esta Iglesia se unió a Roma y asumió el nombre de Iglesia siríaca católica.
Además de estas cuatro comunidades principales, cabe señalar la presencia de una comunidad armenia dividida entre ortodoxos y católicos, de una pequeña Iglesia latina de Irak, de algunos fieles coptos, protestantes y, por último, de cristianos pertenecientes a las Iglesias greco-ortodoxa o incluso melquita.
3Los cristianos son diez veces menos numerosos que hace veinte años
La violencia, la discriminación y la coyuntura económica han conducido a cientos de miles de iraquíes a abandonar su país. Mientras que contaban con casi un millón y medio de cristianos en 2000, hoy en día serían menos de 300.000. Algunos afirman incluso que no quedarían más de 150.000.
Sin embargo, existen motivos para la esperanza. Aunque la llanura de Nínive quedó completamente vaciada de cristianos de 2014 a 2017, muchos refugiados han empezado a volver, un 40 % según algunas estimaciones. Qaraqosh, ciudad que contaba con 50.000 cristianos antes de Daesh, ha recuperado más de la mitad de sus habitantes en la actualidad.
No obstante, aunque algunas familias refugiadas en el extranjero han regresado a la llanura de Nínive, es poco probable que el movimiento se generalice.
4Los católicos tienen una influencia cultural notable en el país
El país contaría aún con unos 250.000 fieles católicos unidos a Roma y con poco más de 150.000 fieles no católicos. De cada 100 habitantes, la ratio de católicos asciende así a 1’5, según precisa la misma Santa Sede en un comunicado publicado el 2 de marzo de 2021.
Las Iglesias católicas iraquíes sólo cuentan con 19 obispos, 113 sacerdotes diocesanos, 40 sacerdotes religiosos y 20 diáconos. Por último, 32 seminaristas esperan a ser ordenados. Aunque el número de católicos sea relativamente escaso, Mons. Pascal Golnisch subraya hasta qué punto su influencia cultural es notable en el país.
Muchas estructuras dependen a este respecto de la Iglesia católica, que gestiona nada menos que 55 escuelas primarias y de preescolar, 4 escuelas secundarias y 9 universidades.
5Los cristianos han sufrido durante dos décadas
Las llamadas a la reconciliación y a la fraternidad de los responsables actuales de las Iglesias en Irak son edificantes cuando se conoce el sufrimiento que han debido de soportar, en especial estas dos últimas décadas.
Tras la caída de Sadam Husein en 2003, una gran ola de inseguridad estremeció el país. En 2006, 36 iglesias fueron atacadas, según recuerda un informe reciente de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). Dos años después, el arzobispo caldeo de Mosul era asesinado.
En 2010, un atentado en la catedral siríaca católica de Bagdad provocó la muerte de 58 personas. En 2014, la organización Estado Islámico invadió la Planicie de Nínive, donde vivían cerca de 150.000 cristianos. Todos huyeron a refugiarse primero al Kurdistán iraquí.