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América Latina y las imágenes que hablan de la Resurrección. Obras de este tipo es posible encontrar a lo largo y ancho del continente. Desde las ya mencionadas imágenes de Cristo resucitado hasta otras representaciones curiosas como la que se presenta en esta ocasión.
Aquí el turno del denominado «Ángel de la Resurrección», una imagen encargada en 1875 a la fundición Barbezat & Co. Val D’Osne. Precisamente, el autor de esta figura es el escultor francés Hippolyte Francois Moreau. Y está ubicada sobre un pedestal a la entrada del cementerio «El Ángel» en Lima.
Es que precisamente esta imagen, de corte industrial con origen en Europa, fue la que le terminó dando nombre a un cementerio en Áncash, distrito de El Augusto en Lima. El objetivo había sido contar con un nuevo espacio para darle sepultura a los difuntos debido a que la capacidad del Cementerio Presbítero Matías Maestro había sido colmada a mediados del 1900.
La restauración
Con el paso de los años la imagen de «El Ángel de la Resurrección», que se lo puede apreciar con una trompeta en mano, se fue deteriorando. Esto hizo que desde la municipalidad se tomaran acciones. Finalmente, en 2020, fueron restauradas. Algo similar sucedió con el monumento al sacerdote Jorge Dintilhac. En este caso un sacerdote de los Sagrados Corazones y fundador de la Pontificia Universidad Católica de Perú en 1917. Todas acciones a favor de revalorizar el Centro Histórico.
Los trabajos fueron realizados durante el tiempo de confinamiento por la pandemia del coronavirus y se logró, por ejemplo, la eliminación del óxido, además del ofrecimiento de más protección.
Resurrección y esperanza
A través de un video publicado por la propia Municipalidad de Lima allá por el año 2020, el funcionario Luis Martín Bogdanovich ofrecía la siguiente explicación:
«El proceso de restauración consiste en un diagnóstico sobre la pieza y finalmente lo que se ha realizado es una limpieza profunda (…) La importancia de recuperar estas esculturas, más aún en el marco del Bicentenario de la independencia, es que nos permite mirar nuevamente la belleza de la ciudad y reconectarnos con aquellas personas o símbolos que nunca debemos olvidar».
«En este caso simbolizan algo que nos atañe de manera tan directa más aún en este tiempo, que es la resurrección y la esperanza frente a las dificultades, frente a la muerte», agregó en aquel momento.