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En un período tan crítico como el actual, la frase más o menos popular es generalmente: "esto es para llorar". Se descuida el dato confirmado de que, por el contrario, la risa puede ser una ayuda válida para afrontar situaciones difíciles: contribuye a mejorar el estado de ánimo; crea relaciones positivas con los demás, incluso mejora las habilidades de aprendizaje.
De hecho, estudios realizados en algunas universidades estadounidenses han demostrado que, cuando los profesores usan el humor en clase, el ambiente se vuelve más agradable y los estudiantes memorizan mejor la información.
Obviamente, el humor debe ser apropiado para el objetivo y el tema. La conclusión de los científicos es unánime sobre la evidencia de que reír realmente te hace vivir mejor. Representa la forma más simple y barata de bienestar físico y mental, tanto en el ámbito de las relaciones privadas como laborales.
Investigadores de la Universidad St. Edwards en Austin, Texas, gracias a un estudio realizado con 2.500 empleados, encontraron que el 81% de ellos afirma ser más productivo si se ubica en un ambiente laboral marcado por el buen humor. (Ansa.it)
Una investigación de la Fundación Mayo para la Educación e Investigación Médica, recogida por el Huffington Post, muestra que reír reduce drásticamente las hormonas del estrés: cortisol en un 39%, adrenalina en un 70% y dopamina en un 38%. (Ibídem)
En una encuesta de la Universidad de Loma Linda en California, realizada por Nature, se encontró que ver un video cómico puede aumentar el nivel de beta-endorfinas en un 27% con un efecto positivo sobre la depresión. (Ansa.it)
El estudio de la importancia del humor y la risa en la salud tiene raíces antiguas: Hipócrates ya argumentó hace 25 siglos que:
Muchos dichos populares también subrayan esta verdad de muchas maneras intuitivas: "la risa hace buena sangre" o "al corazón feliz Dios le ayuda" son solo algunos de ellos.
La autoría de la "cura de la sonrisa" debe atribuirse al periodista científico Norman Cousin (1915-1990), quien experimentó en sí mismo los efectos terapéuticos de la risa. A ella se entregaba frecuentemente viendo las películas de los hermanos Marx, y su potencial de actuar favorablemente sobre el curso de la forma severa de espondilitis anquilosante que estaba sufriendo. (Ansa.it)
La medicina de la sonrisa encuentra su lugar ideal en las salas de pediatría: de hecho, el célebre médico estadounidense Patch Adams, padre de la terapia del payaso, fundó su método de tratamiento en el supuesto de que "la salud se basa en la felicidad".
Pero no está destinado solo a los niños: los mismos médicos-payasos están presentes con frecuencia en oncología y geriatría, en las escuelas, en las misiones humanitarias y en las cárceles. (Ibídem)
Evidentemente, reír no hace que los problemas desaparezcan por arte de magia, sino que permite a la persona encontrar un estado emocional del que sacar una energía renovada para actuar. El humor y la tragedia pueden estar más estrechamente conectados de lo que uno podría pensar. Charlie Chaplin en una ocasión dijo:
El desafío radica precisamente aquí: saber poner en perspectiva las dificultades y problemas y ser capaz de aprovechar la oportunidad de la ironía.
En este caso hablamos de humor que se refuerza a sí mismo (BenEssere, la salute con l’anima) ya que nos ayuda a afrontar situaciones críticas relativizando el problema; nos recuerda que hay situaciones aún más graves que la nuestra y quizás incluso sugiere una salida.
Un prototipo de este humor es: "Claro que la vejez trae muchos males, pero si piensas en la alternativa …" Este lema nos lleva a reconocer que, a medida que envejecemos, sin duda perdemos talentos, pero en cualquier caso debemos estar agradecidos porque todavía podemos disfrutar de muchas cosas hermosas en la vida.
Vasco Rossi canta:
