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Hoy 18 de junio es el día Mundial de la Gastronomía Sostenible, un día que busca promover el involucramiento de las comunidades en un consumo responsable, con el medio ambiente, con la sociedad y con la economía.
Es una forma de cocinar a partir de productos locales, de temporada, de cercanía, algo que no solo promueve el desarrollo agrícola, la seguridad alimentaria, lo nutricional y la producción sostenible de los alimentos sino que a su vez conserva la biodiversidad.
Esto es algo que el Papa Francisco en el “Laudato si” habla y nos invita a poner en práctica, hacer un cambio de visión, de conducta en la cual seamos responsables de nuestras acciones, que enseñemos a nuestros hijos una conducta de respeto y cuidado de la naturaleza, de nuestra “casa común”.
La cocina sostenible supone un estilo de vida de austeridad responsable, y lo podemos llevar a la práctica en algunas de nuestras acciones diarias, por ejemplo al momento de hacer la compra evitar comprar alimentos en exceso, tirar menos comida y aprovechando más.
Esta cocina se practica hace muchos años en los monasterios y conventos, ya que las hermanas y monjes cultivaban en sus tierras variados alimentos que cocinaban para su consumo y en algunos casos para sus enfermos.
En sus recetarios muestran la importancia de la cocina de aprovechamiento, así como el respeto por cada ingrediente y el amor con que preparan sus platos.
Hoy en día también es aplicada por muchos chefs famosos en sus restaurantes, ellos tienen en cuenta varios pasos de la cadena alimentaria, desde el origen de los alimentos que utilizan en su preparación, la forma en que se cultivan, cómo llegan al mercado y por último cómo llega a nuestro plato. En base a ellos tratan de crear sus platos con los productos locales y de temporada.
En cuanto a nosotros también podemos hacer una cocina sostenible, empezando por no tirar nada, reutilizar las sobras, te daré algunas ideas dependiendo del tipo de alimento que tengas en casa para aprovechar.
Una forma de aprovechar estas sobras es haciendo un salpicón de carne o pollo.
Es ideal también para usar como parte del relleno de distintas preparaciones como pueden ser empanadas, tartas, calabaza, zapallo verde, berenjenas.
Otras opciones pueden ser huevos al plato con ropa vieja, un sandwich de pollo y vegetales, un wok de pollo y verduras.
Todas ellas son preparaciones sencillas, que nos sacan de un apuro si no tenemos muchas ganas de cocinar, pero muy nutritivas, ya que las carnes contienen un alto aporte proteico de buena calidad nutricional y los vegetales aportan la fibra de fibra.
Consejo de aprovechamiento de Fray Angel Serrano, del canal de youtube “Cocina franciscana. Santo Espiritu del Monte. Gilet. Valencia”, cuando prepares pollo no tires la carcasa, es ideal para hacer un caldo que puede servir para enriquecer muchas preparaciones como puede ser una sopa de tomate o un cualquier tipo de guiso.
Para hacer el caldo de pollo es necesario agregarle una cebolla, una zanahoria, y una rama de apio, y agua.
Con estas legumbres y cereales podemos crear otros platos como albóndigas o hamburguesas de lentejas y arroz, ensalada de legumbres, vegetales (crudos y cocidos) y arroz, puede ser el relleno salteado junto a otros vegetales de unos deliciosos tacos.
Otras preparaciones sencillas que podemos realizar cuando nos sobran pastas por ejemplo son, tortillas de espagueti con tomate y alcaparras, o unos macarrones gratinados con sofrito de tomate, zanahoria, cebollas y atún en conserva.
Si te ha sobrado arroz y/o lentejas y no sabes qué hacer, aquí una receta exquisita, nutritiva, que nos aporta proteínas de origen vegetal y fibra. Es muy fácil de preparar para toda la familia, y es ideal para acompañar una ensalada fresca.
Mezclamos el arroz con las lentejas, ambas frías. Incorporar las cebollas, el ajo y el ají morrón picados en trozos pequeños.
Añadimos el queso y condimentos con sal y otros condimentos a gusto. Cuando todos los ingredientes formen una masa relativamente homogénea damos forma a la hamburguesa con ayuda de las manos y colocamos en placa para horno levemente aceitada.
Cocinamos durante 30 minutos o hasta que estén doradas, dando vuelta a la mitad de la cocción para lograr un color uniforme de ambos lados.
Consejo: se puede hacer algunas extras o en caso de que sobre alguna se pueden guardar perfectamente en el freezer y utilizar cuando se quiera antes de los 3 meses.
Receta del sitio web alimentación sin desperdicio.
Un clásico para hacer con sobras de vegetales cocidos es la tortilla de verduras ya que se puede utilizar varios vegetales. Pero también hay una infinidad de deliciosos platos que podemos preparar con ellos como pueden ser unos buñuelos de todos los gustos y colores, de brócoli, de lechuga, de acelga, unas croquetas de muchos vegetales, o fainá de zapallito verde y cebolla.
Otra opción es utilizarlo como relleno de crepes o empanadas, o en preparaciones como omelettes, o albóndigas.
Y si cocinaste espinacas o acelga, perejil u otro vegetal y no sabes qué hacer con los tallos que te sobraron, ¡no los tires! Esta receta es ideal para aprovecharlos y hacer unas deliciosas empanadas de tallos para la cena o la vianda.
Para la masa:
Mezclar todos los ingredientes en la procesadora hasta formar una masa. Reservar en la heladera.
Estirarla, cortar con molde circular y rellenar. Pincelar con huevo batido y llevar al horno precalentado.
Consejo nutricional: la harina que se puede utilizar puede ser opcional, por ejemplo mitad harina refinada y mitad harina integral o solo con harina integral, o solo harina refinada o harina de mezcla en caso de personas celíacas.
Picar los vegetales, saltear los tallos con un poquito de agua, añadir la cebolla y el ajo y cocinar hasta que esté tierno. Retirar del fuego y condimentar.
Dejar enfriar un poco y añadir el huevo apenas batido.
Rellenar las empanadas y hornearlas.
Receta del libro, Recetas para todos los días de Cata de palleja, Editorial Planeta, 2021, página 113.
