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El padre Stan Swamy falleció hoy lunes 5 de julio en la India a los 84 años. Era una de esas personas que dan un testimonio de fe vivificante a pesar de las pruebas.
El sacerdote jesuita murió por un paro cardíaco en un hospital al que lo llevaron en mayo después de dar positivo por Covid. Llevaba varias semanas en estado crítico.
Fue detenido el 8 de octubre de 2020 por las autoridades indias acusado de vínculos con "terroristas maoístas" y ha estado encarcelado desde entonces.
Sin embargo, él nunca dejó de negar los cargos, dedicando su vida al servicio de las minorías.
Encarcelado durante nueve meses, continuó siendo testigo del Evangelio para otros detenidos a pesar de las condiciones de vida extremadamente difíciles.
En el momento de su arresto, la salud del padre Swamy, enfermo de Parkinson, ya estaba empeorando.
Pero se desestimaron las diversas apelaciones de libertad bajo fianza médica.
Durante los ocho meses que pasó en la prisión de Tajola en Bombai, su salud se deterioró hasta el punto de que ni siquiera podía comer o bañarse por su cuenta.
"Escuchar las historias de vida de otros presos es mi alegría en la prisión de Taloja", le dijo a otro sacerdote en una llamada telefónica dos meses después de su arresto.
Tras 100 días en prisión, el jesuita entregó una carta a la agencia Fides en la que describía su vida cotidiana en la cárcel y la situación en la que se encontraban los demás presos, de comunidades económicamente pobres y socialmente aisladas, en espera de juicio:
Pero por difícil que parezca, “esta condición crea un vínculo de fraternidad y solidaridad”.
"Sentimos que es posible estar cerca y apoyarnos en esta adversidad", añadía.
Evocando a su vez la fuerza de la oración, la solidaridad y el vínculo de hermandad entre los presos, aseguró: "Un pájaro en una jaula sólo puede cantar".
